Regresando a la isla Gato


El relato comenzó en El salto a Dubai que comienza las vacaciones

Mi segunda mañana en Malapascua no tenía que darme un madrugón brutal porque la excursión salía a las nueve y cuarto. Aún así, con el ruido de los filipinos que además estaban de fiesta, me desperté a las siete o eso que se denomina cuatro horas antes de la horas standard Virtudidtas. Hoy es el día de la fiesta mayor en la isla, su virgencita celebra su fiesta (escrito en tagalo). Igual que hay Spanglish, también hay Taganglish y los carteles por todos lados dicen HAPPY FIESTA. A las diez de la mañana hay una procesión de barquillas engalanadas que no iba a ver ya que yo no he cruzado el mundo para celebrar coñas religiosas. Mi aventura del día era una excursión para hacer submarinismo en la isla Gato, la cual debe sonar conocida a aquellos que leyeron la anotación precedente del relato. Como siempre, el barco lleno ya que el Fun & Sun es muy popular. Un chileno con el que había quedado canceló por resaca pero se vino su novia, otra española que estaba en la isla y teníamos uno de los dive masters españoles y una judía que hablaba la única lengua digna del mundo, con lo que la supremacía del idioma estaba garantizada. 

Se tarda más o menos una hora en llegar a la isla Gato y esta vez me llevé la cámara y le hice alguna foto desde el barco. Por la mañana íbamos a estar en el lado de la isla que no conocía. La inmersión fue intensa, con mucho coral y unas paredes preciosas, con cangrejos por un tubo, unas especie de langostas, chocos, familiares directos del pez Nemo, una serpiente marina y un montón de cosas más. Yo iba en el grupo con las dos españolas y nos lo pasamos muy bien. Después almorzamos en el barco y nos movimos al otro lado de la isla para hacer la segunda inmersión, que era una repetición de la que hice el día anterior solo que yendo desde el final de la otra al principio. Las dos chicas no podían entrar en la cueva/túnel por falta de experiencia y porque dan unos bandazos que no veas así que me puse con otro grupo para esa primera parte y al salir del túnel me encontraría con ellos a diez metros de profundidad. El túnel submarino es un flipe, lleno de vida, con unas bandas de peces enormes, corales, cangrejos y pese a la oscuridad, un montón de vida. Al salir cambié de grupo y seguimos viendo caballitos de mar, serpientes marinas, peces y más peces y corales. A mí particularmente esta segunda me parece más grandiosa que la primera. En la zona por la que salíamos había como dos plantas muy bonitas que resultaron ser pescados camuflados. 

Durante el regreso, el mar estaba algo picado y con las olas nos bañábamos en agua salada regularmente. Fue una hora de recibir baldes de agua sin descanso. Al llegar a la playa me encontré con una de las parejas españolas del día anterior y quedé para ir a cenar con ellos al la Isla Bonita en el que ya había estado el día antes. Nos juntamos, cenamos y después nos fuimos a la fiesta, que es como una verbena de pueblo español, hasta con su banda igualita a las españolas. Esta gente no lo sabe pero España dejó las Filipinas en el 1898, más o menos cuando Genín hizo la primera comunión y tras todos estos años, no han perdido las tradiciones españolas, simplemente, no saben que vienen de nosotros. Merece la pena dejar constancia que durante la noche cayó el primer chubasco desde que llegué. También confirmar que encontré un sitio para desayunar tocilog, uno de mis platos filipinos favoritos y que como su nombre indica, es un tocino marinado que se sirve con arroz y huevo frito. 

El relato continúa en La excursion a Kalanggaman e inmersion nocturna en la isla Chocolate

,

3 respuestas a “Regresando a la isla Gato”

  1. Si, justo estaba vestido yo de marinerito para la comunión y me enteré de que le habían vendido todas las islas del archipiélago a USA por un módico precio… 🙁
    Salud

  2. Supongo que si lo sabrán, algo de historia estudiaran.
    La canción que cantan en el aero puerto me suena a muy antigua, como que la he oido en alguna peli americana.

  3. El «ja» que se oye de fondo suena isleño-africano, que podrás haberte nacionalizado chino, holandés o portugués (ahora que ganan Eurovisión y todo), pero majo, tú siempre sonarás canario…