Después de idas y venidas, dudas, más dudas, tribulaciones dubitativas y otras cosas que no quiero ni recordar, parece que por fin he marcado el caminito a seguir para mis vacaciones en Asia del 2019 y que yo esperaba que me pillaran ya despedido de la multinacional japonesa pero estos amarillos son incapaces de tomar una decisión y al ritmo que van, la reorganización no llegará hasta el otoño.

Este año he vuelto a optar por vacaciones de buceo y lo llevaré todo atado y bien atado de antemano y además, iré a tres lugares diferentes pero en todos me quedaré y bucearé con la misma empresa, lo cual me gusta porque es más fácil organizar las cosas. Lo de buscar el billete ha sido épico, ya que inicialmente miraba para pasar por China pero finalmente desistí porque reduciría considerablemente el tiempo de buceo y a día de hoy, esa actividad tiene la prioridad más alta o quizás altísima. Como en Skyscanner no permiten que guardes alertas de rutas que sean multi-ciudad, tenía en el escritorio de mi ordenador atajos a cada una de las búsquedas, en total nueve y cada día las miraba y remiraba. La logística en este caso será muy compleja porque quiero ir a Indonesia y Malasia, pero el punto en el que acabo de bucear parece ser un agujero negro del universo y desde allí regresar a Indonesia era complicado. Tras mirar y remirar, no he conseguido el billete más barato, en realidad creo que pago como cien leuros más, pero en lugar de cuarenta horas de viaje nos quedamos con diecisiete con escala de tres horas o menos en tierras terroristas-musulmanas.

Ahora estoy concretando las fechas para comprar los billetes de avión locales, ya que habrá muchísimos vuelos pero iré una semana junto al parque nacional de Comodo y de paso veré las ratas esas super-crecidas que tienen por allí, después tendré que saltar hasta Yakarta en el oeste para subir hasta las islas Derawan con dos vuelos porque no se puede llegar en un único salto y me quedaré en un sitio tan remoto que no hay ni mando y después tendré que volar de nuevo, aunque mucho más cerca para ir a la parte de Borneo que ya es territorio de Malasia y bucearé allí durante una semana poco más o menos. Tras esto, un salto directo a la capital, a Kuala Lumpur y doce horas más tarde, caminito a casa pasando por Oriente Medio.

Este será el último año, aunque creo que el año pasado dije lo mismo, que dedicaré las tres semanas mayormente a bucear con poco turismo y sin moverme de los lugares. Si el pescadito fresco está en sus kelis, debería ver mantas, tiburones, tortugas y todo tipo de bichos en cantidades astronómicas. También, los tres sitios, tienen poblaciones muy limitadas y en algunos de ellos la cantidad de turistas es inferior a la treintena, con lo que la sensación de estar en un paraíso es mayor. Por mi, mientras haya cobertura para mis tarjetas telefónicas locales, la vida será maravillosa. Bucearé en los mares de Flores y Célebes

Me acuerdo que la primera vez que pasé por Bali lo puse a caldo y como destino turístico me pareció deleznable pero si lo que quieres es bucear, todo lo más mejor y exquisito está por allí y uno de los sitios en los que meteré las pezuñas y el resto del idolatrado cuerpo en el agua, está siempre en las listas de los cinco mejores sitios del universo conocido y por conocer para bucear.

Así que ya tenemos la rueda girando, aunque antes de llegar allí pasaré por Bristol en Gran Bretaña, Belfast en Irlanda y Gran Canaria en la costa occidental de África. Si alguien aún lo duda, lo mío son las islas, grandes, medianas y pequeñas, pero el mar tiene que estar en la zona. Os deseo todo lo mejor a aquellos que vais al Nepal, pa’llá pa’l quinto coño y sin poder ver el mar.