¿Será magia?


A veces me pregunto si tengo magia en mi interior, si porto algún tipo de hechizo que me hace brillar, relucir, resaltar, si estoy destinado a ser un bicho especial, si será cierto que puedo saltar desde lo alto de un edificio y echarme a volar ?? 

Por supuesto lo anterior hay que cantarlo ya que podría ser la letra de una canción de esas chorras que todos tarareamos y que si nos paramos a pensar, solo dicen tonterías. Cuando es palabra de famoso cantante, todos lo adoramos y creemos que es lo más.

El jueves de la semana pasada yo ya estaba acelerado a doscientos kilómetros por hora. Por la tarde cociné, cociné y cociné y finalmente cogí mis patines, guantes, gorro y demás trastos y me fui a clases de patinaje en la Mili o Vanili. Aún no había usado la nueva bici a la que creo que definitivamente llamaré Cholina porque hay que ver lo chola que es la tía y como no tiene velocidades un viaje con ella a la estación de Utrecht Centraal desde mi casa te deja aCholado. Fui a clase de patinaje saliendo por primera vez en mucho tiempo con tiempo de mi casa y crucé la ciudad relajado. A medio camino otra bicicleta se me unió y supongo que a fuerza de ir a clase tanto tiempo hace que ya empiece a reconocer gente porque supe que era un chaval que también está aprendiendo a patinar y que está dos niveles por encima de mí. El también me tuvo que reconocer porque como que decidió que cada rato uno iría de bicicleta escoba y el otro liderando el pelotón y nos íbamos alternando en esa extraña danza. Al llegar al Vechtsebanen pillé una taquilla, puse mis cosas y me senté a mirar a la gente que estaba patinando y esperar al Rubio.

En la clase seguimos aprendiendo la teoría y los movimientos que nos permitirán cruzar las piernas. La teoría se ve demasiado complicada, sobre todo cuando veo a la gente tomar la curva y no hacer nada de lo que nos dicen. Según la profesora, yo tengo un arte y un estilo que la deja helada de pura emoción porque retuerzo las pezuñas super-bien y tal y tal. Yo no me lo creo porque me diga lo que me diga, parezco un pato cuando intento cruzar las piernas y agito las manos como una maricona verdulera intentando no caerme. En cierto momento comenzamos con los ejercicios en pareja y como se trataba de aguantar peso, elegí a la más gorda y culona del grupo, una con un centro de gravedad tan bajo que casi está en el centro de la Tierra y que me aseguraba la estabilidad que necesito. El problema es que nuestras velocidades no coinciden ya que yo rozo el hielo con mis cuchillas casi sin tocarlo y ella hace unos zurcos como para plantar papas y así no se puede tener velocidad. Comenzamos bien, yo tiraba para afuera mientras ella hacía sus cruzamientos de piernas y yo sudaba la gota gorda para mantener toda aquella carne en vertical. Después me tocaba a mí y ella no solo era capaz de dominar mis sesenta y cuatro kilos sino que si hay cuatro tíos más allí, también los agarra sin problemas. Hicimos unas nueve vueltas con distintos ejercicios y cuando estábamos llegando a la penúltima curva, le tocaba a ella. Yo me pongo por la parte exterior, ella por la interior, le ofrezco la mano como si fuéramos a bailar, miramos para el público, sonreímos enseñando nuestros dientes perfectos, esperamos que comience la música, nos lanzamos hacia la curva y comenzamos la danza: un cruce de piernas, luego otro, un tercero, un cuarto ?? y va la gorda y se hostia. De repente la veo que se traban sus patines y se para en seco, lanzándose hacia el suelo a velocidades sub-sónicas. En lugar de soltarme, aprieta la mano con saña y de repente es como si hubiese chocado contra un muro. Me detengo en seco, la gorda ya está raspando contra el hielo las cuatro compresas que se pone para recoger los tres litros de sangría que genera en un día de regla normal y yo veo que mi cuerpo se queda atrás, mis patines siguen hacia adelante y en algún lugar de mi cabeza una voz me dice: Me cago en la hostia puta y salgo en dirección hacia el hielo. Por suerte quedé delante de ella y todos los que venían realizaban maniobras evasivas para evitar chocar contra aquella cosa tan grande. Nos levantamos, nos tuvimos que ir a un lado hasta recuperarnos del ataque de risa que nos dio y seguimos patinando. Yo le ofrecí a que repitiese en la última curva pero me cedió el puesto porque según ella, una y no más santo Patín. Al terminar la clase le conté al Rubio que me había caído y no se lo podía creer porque no me vio y él desde que era pequeñito siempre quiso verme tirado en el hielo para parar a descojonarse de mí. Después de la pausa seguimos un rato más, nos fuimos al bar y nos tomamos una cerveza y media cada uno (o compartimos una entre los dos). Desde allí cada uno siguió su camino a su casa.

El viernes tenía un evento social en el trabajo y a las cuatro ya estaba en un bar tomando cerveza con un compañero que cumplía veinticinco años en la empresa. Salí de allí más bien tibio y el sábado me piré a Amsterdam para ir al cine y patearme algunas tiendas del centro.

Pastéis de nata
Pastéis de nata, originally uploaded by sulaco_rm.

El domingo me levanté temprano y me puse a cocinar. Hice Pastéis de nata, una nueva prueba (y van nosecuantas ??) Ya me he comprado tres tipos de moldes, he probado con diferentes temperaturas y masas de hojaldre y aún no estoy contento. Me quedan de puta madre pero aún se pueden mejorar. Para los próximos voy a hacer el hojaldre según la receta portuguesa. Ya puestos, preparé English Muffins con una receta para la panificadora y me hice el desayuno. Para cuando me quise dar cuenta tenía que salir pitando para la estación con la Cholina ya que había quedado con unos amigos para ir a casa de otros amigos y conocer a su Unidad Pequeña número 2. Cuando la presentaron en sociedad yo estaba en Estambul y no pude ir y aunque habían sido muy estrictos con lo de la cita única, se lo saltaron a la torera para verme, así que debe ser cierto que tengo algo mágico dentro de mí. Llevé casi todos lospastéis de nata y nos los comimos en su casa mientras charlábamos y toda la conversación giraba alrededor de mí. No sé como me las apaño pero siempre acabo siendo el puto centro de cualquier grupo que se junte. Es como una cruz que no me puedo quitar de encima. Al salir de su casa por la tarde regresamos a Utrecht y nos fuimos a cenar a un restaurante italiano. Después regresé a mi casa en la Cholina y sudé la pizza con todo el ejercicio que hice.

Creo que se me han colgado de la chepa y quieren venir a comer a mi casa en primavera. La última vez les hice como once o doce platos y lo fliparon así que en esta ocasión haré un plato único y procuraré que sea algo tan espectacular que lloren de puro gusto.


2 respuestas a “¿Será magia?”

  1. jajajaja A mi hija la mayor preferida, la que trabaja en Osaka, desde chiquitina le llamo Choli, pero es porque su hermana chica le decía Maishó (Se llama Marisol) y de ahí le quedó en plan diminutivo lo de Choli…
    Pobre gorda, a ti no te pasó nada, pero seguro que ella pensó que el descalabro se debió a sus michelines, no habrá podido dormir desde entonces mas nunca…jajajaja
    Salud