Volviendo a los asuntos del laburo, han pasado cuatro meses desde que me contrataron y ahora es cuando la gente empieza a oír mi nombre y reconocer que de Uitverkorene es un nuevo concepto que desconocían pero que se les hace imprescindible. Según la definición de mi chamba, yo hago un conjunto específico de tareas, pero gracias al ministerio de la Magia, en realidad yo me estoy convirtiendo en el punto de entrada y de distribución de temas que me sobrepasan pero que mi red de contactos puede resolver y ya me invitan a reuniones de todo tipo, que yo rechazo inicialmente y después me llaman y me explican que han oído que decían que yo es posible que conozca a uno que conoce a otro, que es primo-hermano de otro que es quién puede resolver el problema y que jamás les ha respondido a sus solicitudes de contacto y al parecer en el universo de la rumorología se cuenta que The Chosen One rompe esas barreras.

Mi jefe se limpia las gafas de cuando en cuando porque no se puede creer lo que ve en su pantalla y está convencido que es algo en los cristales, sobre todo cuando desde el país del sol impaciente mandan correíllos pidiéndome mi opinión, concepto que por aquí era muy desconocido y él se pregunta y seguramente hasta tiene pesadillas pensando que en unos cien días, yo monté mi chiringuito y ahora lo estoy extendiendo a otra de las divisiones de la multinacional en Europa, que no es nuestra empresa pero que ahora quieren colaborar y trabajar con nosotros y ser nuestros más-mejores-amigos porque varios problemas que tuvieron en los pasados treinta días, se los solucioné yo, literalmente, con la punta de la polla y sin pedirles nada a cambio. Lo que ellos no saben es que la trampa está en no pedirles nada a cambio, que eso es lo que refuerza el vínculo que han creado conmigo y lo vuelve irrompible y que eso es lo mismo que ha sucedido con los chamos del Pacífico, que han tenido preguntas muy jodidas y yo les he regalado una investigación justificada por una o varias leyes europeas, que les referencio, que les incluyo y a las que les mando hasta los pantallazos a los artículos interesantes y cuando ellos contraatacan y responden al que les lanzó andanada, a ese se le camba la peluca y se va a llorar a su rinconcito sin decir ni pío.

En mi entorno, los de la fábrica han descubierto que yo tengo acceso a las fuentes de las que surgen las normas de la empresa en el océano Pacífico y que esas mismas fuentes, ya han ofrecido cambiar las normas para adaptarlas a lo que hace falta en este lado del universo bañado por el océano Atlántico y se preguntan como es posible que ellos se cansaron de pedir los cambios y siempre se los negaron y a mí me tomó una semana y media cambiar el curso de ese río. Los gringos también parece que han comenzado a acercarse y a ellos también les he regalado perlas impagables que ya han usado y con las que solucionan un montón de problemas y ya me ven como un aliado con el que hay que trabajar.

Así que ahí estoy, teóricamente limitado por lo que yo debería hacer pero sin límites con lo que puedo conseguir y eso con una red que está prácticamente recién nacida.