Sin tregua – End of Watch


Una de las cosas que me desquician al ir tanto al cine y comentar las películas en la bitácora es que las fechas de estreno de películas entre España y Holanda no parecen muy bien sincronizadas y a veces tengo películas que esperan siglos hasta que las comento. De hecho, hay un par de ellas que aparecerán en la bitácora en diciembre y que escribí hace más de un mes y la de hoy es otro buen ejemplo ya que vi la películas en octubre. En fin, no voy a quejarme más. No es que yo busque con ganas las películas policíacas, con drama y crímenes a porrillo porque me aburren casi tanto como las series infinitas que los americanos tanto gustan de rodar y que yo personalmente nunca sigo. Aún así, el protagonista de End of Watch siempre me ha caído simpático y decidí darle una oportunidad y así acabé yendo a ver Sin tregua, película que se estrena la semana que viene en España.

Dos julays de la pasma apatrullan la ciudad buscando al Guaca

Dos polis que son amigos y trabajan juntos lo suelen grabar todo con cámaras porque uno de ellos tiene un pequeño proyecto cinematográfico. En uno de esos días que están patrullando dan con un montón de chusma y gentuza y al parecer consiguen cabrear a un cartel, que pone precio a sus cabezas. Ellos siguen sus inconscientes vidas, riendo y matando malos hasta que la puerte viene a buscarles y se la encuentran de cara.

Si no fuera porque Jake Gyllenhall es el protagonista, yo ni me molesto en ir a ver esta película. Lo de polis buenos, delincuentes malos me la suda hasta el infinito. Tengo que reconocer que poner un proyecto cinematográfico y hacer que veamos la acción desde las múltiples cámaras que llevan los policías tiene su gracia pero en mi caso, funciona a ratos y no es suficiente para tenerme flipando. La película se mueve por el género de la pareja de policías con uno simpático y payaso y otro más serio y escuchamos las polladas que se cuentan, sus traumas, sus fobias, sus miedos y demás. Además nos introducen a sus familias y hasta parece que son personas normales. Todo esto mezclando cine convencional con tomas de pequeñas cámaras de vídeo que en ocasiones son muy molestas. En la escena final, la pasma tiene que venir a ayudar a los polis en apuros y parece que viven en otra ciudad del tiempo tan grande que les toma.

En fin, otra película de policías, con algo de acción y que seguro que hará las delicias de los miembros del Clan de los Orcos. Conmigo no acabó de arrancar y aunque no me disgustó, la dejo como otra más del montón y no algo especial y que quiera recomendar.


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