Soy un ñanga


… y estoy muy orgulloso de ello.

Ayer seguíamos con la retahíla de la gente que se muere de pronto y sin que nadie se lo espere y regresó el tema de los médicos y de la visión que tienen los holandeses del tema. En los Países Bajos, la medicina desconoce el concepto de prevención, es algo que ellos no se pueden ni quieren imaginarse. Hablando con el julay que se sienta directamente enfrente de mi me dijo que la última vez que fue a su médico de cabecera fue hace más de dos años y en aquella ocasión, llevó a su hijo. El no recuerda haber ido al médico en su vida adulta. Es totalmente feliz no conociendo el concepto de revisión, de análisis de sangre y piensa que cuando una persona está en esa onda, es endeble. Como él, los demás coincidían en que ir a los médicos es de ñangas, palabra que por supuesto todos conocemos pero para aquellos incultos que puedan pasar por aquí, es un pusilánime. Yo les dije que en ese tema, yo soy de la Liga de Campeones de los ñangas, yo no decido lo que tengo sino que acudo al médico para que me eche las cartas o mire mi futuro en su bola y si no voy al menos una vez cada trimestre, estoy haciendo algo mal. Justito ese día, ayer por la tarde, fui a visitar al médico. La enfermera y recepcionista ya me conoce por el nombre y se sabe mi fecha de nacimiento de memoria, ya que por alguna razón que desconozco, aquí nos tienen en el sistema por ese dato y no por el nombre. El médico, cuando salió a recibir el paciente, dijo alta y claramente: Sulaco, buenas tardes, demostrando que nuestra relación es con nombres, que somos conocidos. Fui por dos asuntos. El primero es que llevo dos semanas con la garganta como raspada. Me metió el palo de polo ese en la boca, me miró, me tocó las amígdalas por delante y por detrás y al parecer he tenido algún virus que afecta a la garganta pero ya se me está pasando y me ha dicho que mastique mucho chicle sin azúcar (son más ricos los otros …) para salivar en exceso que eso ayuda. Después fuimos al meollo de la visita. Le conté que trabajo en un entorno peligroso, que se nos muere la gente sin razón aparente y señalé hacia la puerta donde tiene la camilla de los reconocimientos y le pregunté si él también veía la luz al final del túnel, que a mi me tiene deslumbrado. Así como de casualidad, le dije que dado que para el curso de buceo me hicieron chequeo de corazón, ojos y orejas y hace un par de meses me hicieron las pruebas del asma para ver como había evolucionado, en donde tenemos un vacío es en la parte sanguínea y sería conveniente y necesario un análisis y efectivamente, sacó el libretón y el lunes por la mañana voy a los vampiros a que me chupen un par de jeringas.

Mi jefa me dijo que esta mañana llamaba para pedir hora, que nunca está de más una revisión y además, ella tampoco nació en este país y no tiene el concepto ese de que ir al médico es molestar a un ser humano que parece ser superior y que cobra un sueldo por no tener contacto contigo, ya que lo mejor y lo que muchos parecen no saber es que el seguro médico paga a tu médico de cabecera una cantidad fija al año, vayas a visitarlo o no, con lo que los colegas hacen un dinero super-fácil sin dar un puto palo al agua. Recalcar qe no es mi caso, aunque en el mío, el chamo se saca un dinerillo adicional ya que puede cobrar al seguro otras cosillas.


7 respuestas a “Soy un ñanga”

  1. Pues yo sin llegar al punto de los cabeza-queso, voy a revisión cada una jartaa de tiempo. Solo iba uno vez al año cuando trabajaba en una súper multinacional que teníamos médico en la empresa y te hacía una revisión anual.

    Creo que ya me va tocando, debo llevar al menos dos o tres años sin pasar por allí y uno se va haciendo viejo. 🙁

  2. ¿Te metió el palo en la boca? puag! que asco…
    ¿Y no le vomitaste encima?
    Aquí pensarían que era acoso sexual…jajaja 🙂
    Salud

  3. A mi también me toca una vez al año por la empresa, con analíticas varias y revisión al completo, pero es que encima soy donante de sangre desde los 18, y cada cuatro meses me llaman amorosamente para recordarme que es el momento. Después de donar siempre te mandan a casa los resultados, lo cual es un control exhaustivo. Lo que sí que reconozco es que a mi médico de cabecera no le he visto el pelo en la vida. Ni siquiera sé si es hombre, mujer o mono. Y la verdad que preferiría seguir así.

  4. Yo es que trabajo en Sanidad y no me miro mucho, sólo lo imprescindible cuando tengo algún problema. Ya sabéis, viendo todo tipo de enfermedades y dramas a diario, como que no me apetece mirarme mucho y tampoco soy muy aprensiva, si no me moría directamente.

  5. Si yo trabajara en Sanidad, la máquina del MRI la podrían calibrar conmigo. Que pena que no vendan portátiles de esas en el aliexpress

  6. Genín, pero que majo eres, como se te nota la calidad, como dicen los mayores, ahora ya no se fabrican las cosas como antes. Muacks!