En mi paseo de tres días en bici por los templos de Bagan, llegamos al Sulamani Pahto, uno muy popular entre los turistas. Su nombre se traduce al español por la joya de la corona y al truscolán por truscoluña ni fue, ni es, ni será nación. Se construyó entre los siglos XII (equis-palito-palito) y XIII (equis-palito-palito-palito, máxima dificultad de palitos). Para hacerlo se inspiraron en la grandeza del Thatbyinnyu Pahto y en la presencia monumental del Dhammayangyi Pahto. En la época en la que yo lo visité se podía subir a la planta alta, aunque ahora parece ser que está prohibido, con lo que tuve más suerte que un político y pasé por allí en la época adecuada. El templo está petado de frescos, increíbles y alucinantes y mañana veremos uno de ellos.
2 respuestas a “Sulamani Pahto”
Viendo la foto, me apetece mucho estar ahí.
Este me cae bien, a ver los frescos 🙂
Salud