Take This Waltz


Ayer después de levantarme, me hice unos churritos para desayunar, cogí la bici y me fui a hacer algo más de treinta y un kilómetros para desentumecer los músculos y eso. Al llegar a mi casa, duchita rápida y me fui en bici a la estación para coger el tren e ir al cine de los intelectuales en Amsterdam. En lugar de las habituales gafapasta sin cristales me puse mis gafas de sol, que también son de pasta (o plástico) y dan el pego y así de incógnito y sin que ellos se dieran cuenta me metí a ver una película que tiene un trailer muy interesante y en la que sale la deliciosa, preciosa y fabulosa Michelle Williams a la que llevo adorando desde que a finales de los noventa y principios de este milenio saliera en la legendaria serie Dawson’s Creek. Su nueva película se titula Take This Waltz y tengo entendido que se estrenó este fin de semana en España, aunque se me ocurrió hacer una búsqueda en la cartelera de algunos cines y no aparece.

Una julay calenturienta se encoña de un nabo que resulta no ser el de su marido

Una tipa que no se sabe muy bien si es mística o tiene el síndrome de Dawn vive con su marido una vida plácida y aburrida hasta que conoce a un nuevo vecino del que se encoña que no veas. Por más que lo intenta no puede dejar de rondar al nuevo macho y hace lo imposible por salvar su matrimonio, el cual se va apagando rápidamente mientras ella se siente culpable y nosotros nos aburrimos.

Esta es una película de dos horas a la que le sobra más de hora y media. La historia agota desde el segundo minuto, con planos pretenciosos, música tediosa y diálogos de juzgado de guardia. Nos movemos en un universo en el que no pasa nada de nada salvo por las calenturas de la tonta del bote a la que le pica el chichi y no sabe con qué maromo rascárselo, o más bien sí lo sabe pero no se atreve. Seth Rogen da asco y espero y deseo que nunca más vuelva a salirse del género de la comedia porque no le va, aunque parece que ha perdido peso y ya no es el vaca-burro de antes. El otro macho en disputa es un tal Luke Kirby al que lo deben conocer en su barriada periférica porque no me suena de nada pero desde ya os digo que no es más que un cacho de carne con ojos y que con la misma cara se declara o hace deporte. Ese hombre debería entregarse ya a la ciencia para que le estudien los músculos faciales y averigüen lo que falló en su genética. Lo único, repito, lo único por lo que merece la pena ver esta película es porque Michele Williams enseña el potorro, el chichi, su cucu, el pájaro, el piporro, el conejo, la almejita o como queráis llamarlo. Lo hace en varias ocasiones. También enseña tetas. La primera vez que sucedió, en una ducha en una piscina, casi me pilla durmiéndome porque me estaba dando el jamacullo del aburrimiento tan grande. A partir de ahí me di de bofetones cada vez que la genética me fallaba y me iba a quedar pasmao y por suerte no me perdí ninguna de las escenas que vinieron a continuación con sus desnudos, muchas de las cuales ni venían a cuento ni interesaban salvo por verla en pelotas. Por si alguno tiene dudas, ES TE?ÍA, los pelos del potorro no engañan, como mister limpio. Además no se lo afeita y tiene un matojo que no veas.

Esto es un bodrio y un fracaso de película a la que solo se puede ir si como yo, eres fans de Michele Williams y le quieres ver el coño. Totalmente descartada para el clan de los Orcos. Repito que todos y cada uno de los puntos que le doy son por las escenas de desnudo de la chama porque lo demás, me la sudó enormemente y si no le quitan la ropa estaríamos ante un CEROLO perfecto.


Una respuesta a “Take This Waltz”

  1. jajajaja Tu critica es bastante mejor que la peli!
    Y me encanto eso de:
    «cogí la bici y me fui a hacer algo más de treinta y un kilómetros para desentumecer los músculos y eso»
    Como quien va a la vuelta de la esquina…jajaja
    Salud