Si has llegado aquí algo despistado y quieres leer el relato del viaje al completo te sugiero que retrocedas a Otra vez metido en un avión y al final de cada anotación encontrarás un enlace al siguiente capítulo.
El último día comenzó a la carrera. Queríamos subir al Campanile di Giotto y el Battistero di San Giovanni o el campanario y el Baptisterio de Santa María del Fiore así que realizamos un esfuerzo sobrehumano y madrugamos en domingo. Salimos a la carrera para el centro de la ciudad y dejamos el coche en el aparcamiento del mercado, a cuatro pasos del sitio. A las nueve de la mañana un domingo aquello está más muerto que vivo y en la taquilla del campanario no había nadie y después de aflojar los 6 euros que vale la entrada comenzamos a subir los cuatrocientos catorce escalones. El campanario data del siglo catorce y fue ideado por Giotto di Bondone. Es un edificio separado de la catedral y se alza casi ochenta y cinco metros en glorioso estilo gótico florentino. Como no había casi nadie la subida es bastante agradable ya que en hora punta por la misma estrecha escalera suben y bajan turistas y no hay mucho espacio. Desde la parte superior la vista de la ciudad es de esas que te arrancan las lágrimas. También se puede ver muy bien la catedral y el Baptisterio de San Juan. Tras las fotos de rigor bajamos a la carrera y entramos en el Baptisterio tras pagar otros tres euros.
Se dice que el Baptisterio de San Juan es el edificio más antiguo de Florencia y para entrar hay que pasar por una de las tres puertas de bronce que lo adornan. El interior del Baptisterio está muy adornado y el mosaico del techo es impactante.
Acabada la visita corrimos a desayunar a una dulcería en la plaza y volvimos al coche para continuar nuestra ruta. Enfilamos hacia San Gimignano, un pequeño pueblo de origen medieval en lo alto de las colinas de la Toscana. Tardamos más o menos una hora y cuarto en llegar y costó un poco aparcar porque el sitio es muy popular. El pueblo está lleno de torres, cada una construida por una familia ya que parece que en la Edad Media en aquel lugar lo que se estilaba era hacer edificios altos para mostrar su riqueza. Hay unas quince torres en el pueblo, todas y cada una de ellas espectacular. El pueblo está considerado por la Unesco Patrimonio cultural de la Humanidad. Paseamos por esas calles medievales y como mis compañeros de viaje no estaban por la labor tuve que subir yo solo a una de ellas, llamada Torre Grossa desde la que hay unas vistas espectaculares, aunque hay que reconocer que al salir a la parte superior el espacio es muy reducido y las campanas te obligan a agacharte cuando quieres moverte.
En la Piazza della Cisterna hay un pozo muy bonito. La plaza tiene forma triangular y en ella hay varias trattorias y restaurantes. En una de ellas nos timaron como a pringados y nos dieron una mierda de comida por la que pagamos cincuenta euros, por no contar el patético servicio, particularmente de un camarero que no sabía ni como coger o dejar las cosas en las mesas y que nos aterrorizaba cuando se movía alrededor llevando consigo productos calientes. El pueblo es encantador y hay mucho que ver pero teníamos poco tiempo y tuvimos que salir en estampida para llegar a tiempo al aeropuerto y tomar el vuelo de vuelta. Como no hay autopistas que te lleven directamente a Pisa desde allí fuimos por carreteras rurales posiblemente a más velocidad de la debida y llegamos al aeropuerto con el tiempo justo para dejar el coche de alquiler y ponernos al final de la gigantesca cola para facturar. De esta forma acabó la escapada a Pisa y Florencia.
El relato de vuelta a Holanda en avión que culmina estas pequeñas vacaciones lo puedes leer en Una vergüenza de aeropuerto.
Una respuesta a “Tercer día – Campanile di Giotto y San Gimignano”
Protestar es gratis. Aún estoy procesando mis fotos del viaje de Abril a Segovia – Salamanca – Ávila – Madrid y después de esas tengo más de dos mil fotos por delante de Pisa y Florencia incluyendo las mil de Roma así que calculo que las estaré revisando en Diciembre durante las vacaciones navideñas en el mejor de los casos. Y en lo referente a álbumes en la bitácora, definitivamente no aparecerán este año porque ya lo tengo todo elegido y habrán únicamente pequeños cambios.