Uno de los directores que ha desarrollado su carrera en el género fantástico es Terry Gilliam y gracias a él hemos disfrutado con grandes películas que no siempre llegan a tener éxito ya que la fantasía es algo muy personal y que todos vemos de formas distintas. Saber que su nombre está al frente de una película es garantía suficiente para ir a verla y aunque de cuando en cuando alguna le sale mal, no es una costumbre que vaya a abandonar. Aunque en otros países se estrenó hace un tiempo, en Holanda hemos tenido que esperar hasta febrero para poder ver The Imaginarium of Doctor Parnassus, película que en España recibió el título de El Imaginario del Doctor Parnassus.

Una banda de julays recorre el mundo flipando en colores

El Doctor Parnassus es inmortal gracias a un pacto que hizo con el demonio cienes y cienes de años atrás. Además tiene una hija que va a cumplir los dieciséis años y que sin que ella lo sepa, tendrá que entregar al demonio ya que hizo otro pacto con el diablo. Para evitarlo, tendrá que seducir cinco almas en un periodo de tiempo y si no lo consigue, ella pasará a las manos del demonio. En su viaje para salvar a su hija estará acompañado por un enano, un joven enamorado de ella y un extraño al que encuentran ahorcado debajo de un puente.

Esta es una de esas películas que se mueve en múltiples niveles de realidad y que hace que te obliga a prestar atención si no quieres perderte en la trama. En ella la gente pasa desde nuestro mundo a través de un espejo al mundo de la imaginación, en el que encontrarás luz u oscuridad dependiendo de aquello que elijas. El doctor se mueve en un carromato que parece haber vivido tiempos mejores y que parece fuera de lugar en nuestras modernas ciudades. El ir acompañado del enano ayuda a despegar su estilo de vida de nuestra realidad actual y situarlo en otro tiempo.

Terry Gilliam provoca con su cine y esta película llegaba además precedida de un aura extraña ya que Heath Ledger murió cuando se estaba rodando y para terminarla decidieron sustituirlo por Johnny Depp, Collin Farrell y Jude Law. Aunque la forma en la que se desarrolla el cambio es bastante original y nos puede parecer hasta normal, el principal problema es que no todos estuvieron al mismo nivel y sobre todo Collin Farrell caga bastante la historia con una interpretación muy mediocre.

La película comienza muy bien pero luego decae y por más que lo intenten con los efectos especiales, no es suficiente. Ya lo hemos visto casi todo en el mundillo digital y aquí no hay nada nuevo y repiten una y otra vez lo del mundo imaginario cansando a los espectadores. Parecía como si hubiesen tenido una gran idea para un corto pero decidieron estirarla como el chicle y sacar de ahí un largometraje y al final toda la historia se resiente y si a esto añadimos que algunos de los giros de la historia son algo complejos y difíciles de creer, terminas con media sala marchándose a la mitad de la historia y la otra mitad rezando para que acabe de una vez y poder irnos a casa.

Así que difícilmente la puedo recomendar aunque supongo que si te gustan los colores vivos y las cosas que se mueven mucho y no prestas atención a los diálogos, esta te resultará una película fascinante. Para los demás, mejor para una buena siesta en casa tirados en el sofá.