No solo los americanos y los británicos hacen buen cine en inglés. Los canadienses se retratan de cuando en cuando y en Australia tienen una industria de cine muy interesante que produce historias sólidas y amenas. Además, tienen el añadido del delicioso acento australiano, todo un placer para el oído, con esa música tan especial que le dan a las palabras. Si puedo, no me pierdo ninguna película de ese país y por eso, hace tres semanas fui a la filmoteca a ver The Sapphires, película que por descontado no tiene fecha de estreno en España aunque como ha acudido a un montón de festivales, puede que pase por el país para promocionarse en alguno de los que queden activos.

Un julay se convierte en el agente de un grupo de pellejas aborígenes que van a Vietnam a cantar para los soldados americanos que combaten en la guerra y de paso, se encoña de una de ellas y le quiere poner la pierna y algo más encima

Cuatro chamas aborígenes australianas acostumbradas al racismo local y a que las traten como seres inferiores cantan como los ángeles pero son despreciadas por los blancos. Un agente de artistas fracasado las descubre y las convence para cantar música soul y prepararse para tratar de ser uno de los grupos seleccionados para cantar a los soldados americanos en Vietnam. Entre las chicas hay algunas fricciones pero consiguen pasar la prueba y se plantan en el país en guerra y allí se convertirán en una sensación mientras a su alrededor, la batalla es encarnizada.

Aunque es una comedia y una película muy musical, lo cierto es que el género principal de esta historia es el drama. Tenemos racismo, tenemos la guerra y el efecto que tiene la misma en la gente. La historia es muy potente y consigue explicar los cuatro o cinco puntos que querían aclarar con mucha soltura . Tiene un mensaje muy positivo (a pesar del drama) y únicamente pierde fuelle en los momentos de batalla, que se ven demasiado falsos y forzados y con alguna de las tramas secundarias que como siempre, ayudan a incrementar el metraje pero no aportan absolutamente nada. De los protagonistas al único que conocía es a Chris O’Dowd, al que por supuesto todos conocemos como Roy Trenneman, una de las leyendas de la serieThe IT Crowd, uno de los mayores clásicos de la televisión británica de todos los tiempos y que doy por supuesto que todos hemos visto al menos dos veces.

Sin llegar a la categoría de peliculón, resulta refrescante encontrar productos de esta calidad en la cartelera. Un miembro de pleno derecho del Clan de los Orcos no tiene el cerebro lo suficientemente evolucionado como para disfrutar con una película como esta pero estoy seguro que los sub-intelectuales de GafaPasta sí que lo harán. Un último consejo, hay que verla en versión original.