The Way Back


Tuve un montón de suerte y en la filmoteca aquí en Gran Canaria estaban dando en versión original con subtítulos una película gringa que en los Países Bajos se saltó el estreno en los cines por culpa de cierto virus truscolán y en España la eligieron para el regreso a los cines. En la sala, por supuesto, éramos cuatro, ya que la gente va a ver la versión doblada y allí se pasan el virus truscolán unos a otros. Se trata de The Way Back, que es el nombre que le han dejado en España por gandules, que todo el mundo sabe que se puede traducir perfectamente por truscoluña no es nación.

Un julay borrachuzo y que no moja práctica el abuso de adolescentes acarajotaos.

Resulta que un panoli borrachuzo o eso que se conoce como alcohólico conocido y que parece decidido a auto destruirse recibe una oferta de un curilla que seguramente lo tocó de joven para que regrese al instituto y sea el entrenador del equipo de baloncesto, formado por un atajo de gandules de múltiples colores, aunque predomina el negro. El chamo accede a hacerlo con reticencias y a partir del peor equipo de la liga local, les grita, les grita y los humilla a destajo hasta que los putos gandules comienzan a producir resultados y eso. Mientras, el chamo, que está divorciado o algo así, tiene unos traumas que te cagas y que en algún momento de la primera hora descubriremos y fliparemos y bueno, a partir de ahí es todo una montaña rusa con este hombre al que algo que le sucedió le paró la vida.

Te lo digo y te lo repito, Merillein, yo ya no daba un duro por Ben Affleck, actor que también ha sido recientemente alcohólico conocido y que ha tenido una ristra de películas que oscilan entre la mierda y la diarrea en sus diferentes texturas. El pavo ha vuelto a demostrar que cuando quiere, es un gran actor, quizás porque esto le toca cerca pero ha conseguido hacer creíble la película y puedo confirmar y confirmo que si no iba a trabajar borracho, salía borracho del estudio porque tiene escena tras escena bebiendo cerveza a destajo. Alrededor de él tenemos a un montón de jóvenes desconocidos jugando al baloncesto, que es la otra sorpresa de la película, que tiene un montón de escenas de baloncesto, algo que en principio me debería provocar bostezos y arcadas y resulta que no, que es super-híper-mega interesante. El director supo como sacar adelante la película incluyendo el giro dramático que tenemos casi llegando a la primera hora y que yo, que no había visto el trailer, no me esperaba. Tengo que reconocer que salí del cine con unas vibraciones muy buenas, que la película es triste pero está bien contada, bien interpretada y consigue su objetivo.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos, seguramente no te gustará por el drama, aunque las partes del baloncesto deberían conectar contigo. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, igual hasta te gusta.


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