Tremenda pesadilla logística


Cuando el lunes de esta semana me compré el billete para ir a Gran Canaria la semana que viene no quise pensar en el berenjenal en el que me estaba metiendo. Iré treinta y un días, el equivalente a un mes de verano y para ellos, el mejor blog sin premios en castellano necesita un montón de combustible si quiere seguir funcionando de manera autónoma. Desde ayer, estoy escribiendo anotación tras anotación para las fotos del día, tengo varias sesiones de cine masivas planeadas para poder escribir al menos dos anotaciones de cine por fin de semana, he hecho alguna foto de bicicleta, habrá alguna receta y estoy considerando muy seriamente el hacer el resumen de la semana usando el iPad, que no sé si será posible pero como tengo el programa de WordPress instalado en el mismo, lo intentaré, aunque de salir mal, procuraré dejar unas cuantas fotos de más preparadas y apaño algo. Lo que sí que no tendrán esos resúmenes serán fotos de comida, pero cierto Ancestral ya sabe como pillar las que pongo todos los días así que le sugiero que siga con esa rutina, que tanto las historias de mi Güazá como las de mi Istagrame están petadas con las mismas. Para las noches que no haya nada, si me viene la inspiración, escribiré directamente desde Gran Canaria, utilizando la combinación habitual en mis vacaciones en Asia con el teclado plegable y el iPad.

El Ancestral no lo sabe, pero en mi viaje de ida a Bodrum, en los dos vuelos, tuve asiento de ventana y en el regreso, entre Estambul y Amsterdam también. Los dos primeros vídeos ya los tengo preparadísimos y el tercero lo haré proximamente, pero he optado por retrasar ese contenido a la semana que viene, con lo que se tendrá que jorobar y esperar, aunque eso también le dará tiempo a comprar más pañales porque cuando vea esos despegues como los de antes y esos aterrizajes épicos sobrevolando Estambul, se va a cagar por las patas pa’bajo de puro gusto.

Del viaje a Gran Canaria, con billetes algo más caros, he optado por pagar un poco más para facturar maleta, con la ventaja adicional que con la misma me han permitido elegir asiento y ya tengo la ventana de la última fila en ambos vuelos, con lo que habrá video desde Eindhoven a Gran Canaria y desde la isla redonda a Amsterdam, ya que por motivos logísticos que paso a explicar esa será mi ruta. Para la ida, mis opciones eran únicamente dos. O salir de Amsterdam a las seis y media de la mañana o a la una de la tarde desde Eindhoven, así que opté por la segunda porque para ir al aeropuerto sobre las tres de la mañana, hay demasiadas movidas por la falta de transporte público en la noche. En el regreso, elegí ir a Amsterdam desde Gran Canaria porque ese día tenía tres opciones. La primera, que es la que escogí, es un vuelo a las doce de la mañana hora canaria, que me deja en la capital del reino de los Países Bajos sobre las cinco de la tarde, perfecto para volver a casa y hasta ir al supermercado y aprovisionarme. Los otros vuelos eran para llegar o a las once de la noche a Eindhoven, sin posibilidad de transporte público para regresar a Utrecht o llegar a la una de la mañana a Amsterdam, con palizón de transporte público y taxi para regresar a casa, por lo que opto por la opción más cómoda.

En los treinta y un días en Gran Canaria, pienso darme dosis masivas de sol, para cuando vaya a las entrevistas de trabajo se van a pensar que soy un chuloputas de barriada periférica. También pienso evitar las masas y muchos de mis amigos ni siquiera saben que voy a ir, se enterarán cuando ya esté por allí y haya comprobado in situ como va la cosa de la protección contra el virus. Parece que las Canarias optarán por la máscara obligatoria en lugares públicos, algo con lo que yo estoy totalmente a favor.

Para el mismísimo día de mi llegada ya tengo hora pedida con el barbero, al que le he mandado foto del material con el que trabajará para que no se asuste y le he dicho que no quiero corte militar, que quiero pelo grande pero descargado porque me está gustando mi aspecto de macarra con posibilidad de terrorismo islámico. El barbero me ha dicho que aún no hace barbas, lo cual es un palo masivo, pero me llevaré mi Remington en la maleta facturada y le diré que me dé algunos consejos para dominar el arte del perfilado.

Tengo unas veinte mascarillas con lo que espero que me aguanten y si no me pondré la que lleva el filtro ese por un lado, que no me mola nada porque es como una sauna, las otras, las celestes, esas no dan tanto calor y dan un aspecto de chiflado metido a médico que mola mucho.


7 respuestas a “Tremenda pesadilla logística”

  1. Lo sospechaba, lo que pasa que se me olvidó preguntarte por los videos, eran dos preguntas, una esa, y la otra, que no has dicho nada sobre «avistamientos» y eso entristece un poco.
    Yo te voy a hacer una sugerencia para mientras estés en Africa, bueno, mas que eso, un ruego ¿Por qué no haces entradas con puras fotografías de sitios por donde pases en la Isla, solo pones el pie de que es y así gozamos nosotros una bola y parte de la otra y tu te ahorras escribir?
    Lo que hacías intoxicándonos con peces, pero con fotos de superficie 🙂
    Salud

  2. Tío estás de suerte porque te voy a dar un consejo. Abandona a tu PELUQUERO. Sí, he dicho PELUQUERO porque no se le puede llamar BARBERO a un señor que no hace barbas. Son tiempos de cambio y has de tomar decisiones drásticas aunque no te gusten, busca un buen BARBERO. Perfilar una barba es un arte y si no quieres sucumbir en la medianía tienes que encontrar uno. Mi barbero sólo utiliza tijeras y navaja. Punto. Nada de maquinillas. El BARBERO moldea tu barba, le da forma, la perfila y en definitiva le da carácter. Tu decides si quieres ser el nuevo SULACO 2.0. ¡De nada! 😉

  3. Doverinto, mi BARBERO, porque hacía barbas cuando lo dejaban, que ahora está prohibido en Canarias porque es obligatorio el uso de máscara por el cliente, a las 9 de la mañana, cuando abre, tenía a veces 17 personas en la puerta esperando y lo mismo por la tarde. Le viene toda la chusma y gentuza de la Isleta y otros barrios porque es la élite. También usa navaja. En Navidades, la cola en la puerta de la barbería comienza a las 6 de la mañana. Ahora que se puede pedir hora es más fácil (o eso espero). Yo iba con toballa y bañador, me da el turno, me piro a la playa de las Canteras y cuando iba a empezar al cliente antes que yo me manda un güazá y me acercaba a la barbería, lo cual podía ser a la 1 de la tarde.Hay 3 PELUQUERÍAS de hombre a menos de cien metros de la suya y en la misma calle y puedes entrar en cualquiera de ellas y te atienden al momento.

    Genín, sin bares abiertos y con la gente quedándose en casa, este año no los hubo. Sobre las fotos, dudo que salga de la capital y ya he puesto fotos de todo lo que se puede ver en visitas anteriores (incluyendo la de navidades), así que me limitaré seguramente a la zona de las Canteras, que es por donde camino, corro (si es que lo hago en vacaciones, que lo dudo) y voy a la playa.

  4. Coño! Pues entonces sí que hace barbas tu BARBERO pero vaya movidas tenéis en canarias. Aquí también es obligatorio el uso de mascarillas, pero llevas la mascarilla cuando el barbero te corta el pelo y cuando va a hacerte la barba te la quitas y el se pone una careta o máscara de protección además de la mascarilla. Yo creo que eso también tiene que ser normal por allí. Pues de todos modos mantenemos los planes, bronceado espectacular y a la vuelta ya te gestiono tu presencia en las fiestas de alto copete en la Gran Ciudad. Felices vacaciones!

  5. Bueno, solo quería darte la idea para que la tuvieras en el disco duro, si uno se inspira, puede sacar fotos increíbles por los lugares que uno se mueve habitualmente, y sobre todo, para los que no conocemos tus territorios, seguro que serán muy interesantes, bueno, al menos para mi, te confieso que puedo tirarme horas viendo fotos siempre que sean de motivos varios, muchas del mismo tema, tipo templos, por ejemplo, me gustan, pero si son muchos, me ladillan tarde o temprano.
    Salud

  6. Por Dios, si te vas a JARTAR de ver fotos de las Canteras, puestas de sol, helados, termómetros y similares. Tú sabes donde buscarlas. Algún día iré al casco antiguo y verás la catedral, Triana, y la keli de Colón, en donde durmió por última vez en tierra firme antes de salir con los tres barquitos a conquistar truscoluña, que no es nación.