La mayoría de los trishaws de Malaca son amarillos, aunque también te topas con otros colores de cuando en cuando. Por las diferentes formas y configuraciones que tienen, intuyo que hay alguna fábrica local que a partir de una bicicleta convencional los prepara, añadiéndoles la sección en la que se sientan los pasajeros. Debajo del asiento reservado para estos ponen la batería que ayuda a iluminar el festival de luces de Navidad que siempre tienen y que por la noche los convierten en árboles de Navidad rodantes. Muchos llevan algún tipo de publicidad, como la que se puede ver en la sombrilla de este y que pertenece a un operador de telefonía móvil malayo.

Las bicicletas usadas en los trishaws son muy sencillas y no tienen nada que ver con los bicitaxis que hay en muchas ciudades europeas y que suelen tener múltiples velocidades, mecanismos de frenos avanzados y toda la comodidad posible para los pasajeros. En los trishaws lo que prima es la espectacularidad de lo hortera y la funcionalidad más básica.