El ulefante en la habitación


Creo que fue un par de semanas antes de partir hacia las Filipinas cuando se produjo un cambio brutal en mis rutinas, uno que ha dejado temblando a más de uno. Desde tiempos inmemoriales que yo recuerdo perfectamente, la gente me clasifica como de los de la manzana mordida. Más de un año y puede que hasta dos y tres, fui defensor a ultranza de productos que en aquel momento estaban en la vanguardia. Cuando en el 2015 salté del barco y me pasé al güindousfone, algunos se llevaron las manos a la cabeza horrorizados. A día de hoy, sigo pensando que ese es el mejor sistema operativo que existe para teléfonos pero por desgracia, Microsoft se las ha apañado para cavar su tumba y prácticamente enterrarlo. El problemilla que me llevó a buscar una alternativa fue logístico. Tengo una alergia extrema al papel, que me da tanto repeluz como un truscolán y no quería llevarme ningúna guía turística en el susodicho. Tenía mi librito en formato digital y tal y tal pero mi cutre-teléfono güindous no era capaz de abrir el fichero. Ante tremenda desfachatez, empecé a buscar alternativas pero en el universo güindous no había nada interesante y a menos de doscientos leuros ya que no me quería gastar más. Me resigné a cruzar totalmente al reverso zarrapastroso (e imagino que este es el punto en el que a Virtuditas se le camba la peluca y le comienzan las arcadas) y como en mi casa no entra nada hecho, diseñado o maquinado por los kabezudos-koreanos-de-mierda, rebusqué entre las opciones chinas y de otras nacionalidades. Me compré a través de una tienda güé española un UMI Touch y fue la PEOR, o mejor dicho, la P E O R experiencia de compra ondeline de toda mi vida pasada, presente y las futuras incluyendo reencarnaciones. Me tuvieron esperando durante semanas y al final me comunicaron que se habían equivocado, que no me habían cobrado el IVA o algo parecido y que cancelaban mi pedido a menos que pagara más. Huelga decir que el UMI Touch, gracias a ese distribuidor no oficial que combina la palabra de tres letras con el nombre en inglés de España está en mi lista negra por y para siempre y esa tienda no se la recomiendo ni al más rastrero de mis enemigos. Estaba por ir a la desesperada a una tienda y pillar algo,lo que fuera, ya que se acercaba la fecha de partida, cuando un compañero en el trabajo me dijo que estaba pensando en comprar un par de ULEFONE Power. Entré a mirar sus especificaciones y tenía eso que para mí es lo más importante del mundo y de hasta el universo y el más allá y el más acá: tenía una batería de-ke-te-ka-gas. Esa misma mañana me lo compré en una tienda holandesa que casualmente tenía uno y al día siguiente me llegó a mi casa.

Sí, es cierto, el ULEFANTE que parece haber en la habitación siempre que yo estoy en ella es mi teléfono gigantesco con el Androitotorota. A mi amigo el Rubio se le cayeron los pelos de los güevos del disgusto. Desde esa fecha, todas las mañanas cuando hablamos me recuerda que nosotros somos gente manzana y que se avergüenza de mí por la traición tan grande. Además, al parecer yo en su día dije, que lo niego por pasiva y por activa, que los teléfonos tienen que ser pequeños o minúsculos y ahora tengo uno que no es grande, es dantesco. Yo le repito que soy voluble y cambio de opinión todo el tiempo y que estoy totalmente de acuerdo con las pellejas de mi clase en el instituto que decían que las pollas, cuanto más grandes y más gordas, más hermosas solo que yo aplico el proverbio a los teléfonos y no quiero ni recordar ni recuerdo la época en la que usaba uno minúsculo que me obligaba a forzar la vista. Ahora tengo un ULEFONE Power que es prácticamente como un iPad mini al que le falta el último estirón y que tiene una batería que bate todos los récords mundiales y con la que aguanta entre dos y tres días sin recargar y que me permitió recorrer las Filipinas sin cargar un cargador de esos como hace la gente con los teléfonos fastuosos porque allí la cobertura no es muy buena y los teléfonos se beben la batería en medio día.

Pantalla principal con el lanzador Arrow

Con la pasta que me gasté, si me dura dos años estará más que bien pagado. Al parecer yo no tengo los problemas que he visto con algunos comentaristas y hasta puedo hacer fotos y mandarlas por correo, pero claro, todos sabemos que yo soy el Elegido. En los androitotorotas hay una cosa que ellos llaman lanzador y que es lo que vemos al entrar en el teléfono o algo así. Después de mirar unos cuantos, me enamoré a primera y segunda vista del Arrow, que casualmente es de Microsoft, compañía que se lo podría currar y crear otro que haga que parezca su sistema operativo güindous movail. Del Arrow me gusta que solo hay una pantalla para programas y que en la misma aparecen las cosas que usas más y desaparecen las que no usas. También me permite tener la lista de la compra en una pantalla con lo que ya no necesito abrir el programa. Es lo más de lo requete-más. Como se puede ver en el pantallazo, yo sobrevivo con pocas cosas. Hay tres programas dedicados a la previsión meteorológica, dos de ellos holandeses para saber con una precisión tan cercana al absoluto como sea posible si llueve, tenemos el duolingo, el programa para comprar las entradas del cine y todo lo demás, a veces está ahí y a veces no está. Si alguno no lo encuentra, puedo confirmar y confirmo que ni el icono de los eSeMéSe ni el del teléfono están presentes porque son dos cosas ancestrales que prácticamente no uso.

El fin de semana pasado en Málaga, Evelyne se desmayó cuando lo vio y tuvimos que llamar a una ambulancia para que la recuperaran de semejante disgusto.


11 respuestas a “El ulefante en la habitación”

  1. Yo me descojonaba cuando traicionaste a la manzana porque desde ese momento empezaste a recibir tus propios insultos que durante años estuviste dedicando a quienes no teníamos ni una sola puta manzana…jajaja 🙂 Lo que es la vida, por eso no se debe escupir para arriba, y mucho menos cagar…jajaja 🙂 🙂
    Salud

  2. Genín, mira ver si alguien te graba jiñando hacia arriba y me lo mandas que eso es contenido perfecto para el blog

  3. (Léase con tono de madre reprochadora) -» Esto si que no me lo esperaba de ti. Me has decepcionado totalmente. »
    Tono Virtuditas : ARGH!! Android?????? Ya te vale!!! Tío, ya habías caído de mi pedestal con el windows, pero esto ya creo que no te puede dejar más abajo! Y además, qué fue de los vaciles de los de los «zapatófonos»? eres un veleta !

  4. exáctamente, cambio de opinión todo el tiempo. El próximo igual es un blackberry. Si no me subieran todo el tiempo en el pedestal no me tendría que bajar.

  5. Eso de cagar para arriba lo hicieron los imbéciles de los Jackass en una peli, (no pregunteis por qué ví esa escena, no pregunteis!) – Solo sé que aparecía como un volcán en una vía de tren, y el muy hijoputasquerosodemierda se ponía a cagar para arriba haciendo la erupción … voy a potar….

  6. Genín, hazlo y mándanos el vídeo pero que ya.

    Virtuditas, no veas como marco paquete con el teléfono. Las pavas que se cruzan conmigo se estremecen y se les ponen los pezones como pedrolos de hielo de duros. Esto es mejor que cuando me ponía doscientos gramos de jamón cocido antes de ir a la disco.

  7. NOOOOooooooo!!!
    Ni de vaina intento siquiera cagar para arriba, por eso digo que no se debe hacer, antes morir que perder la vida…jajaja 🙂 🙂 🙂
    Salud

  8. El golpe del tronco en la cabeza me mata o me pone en coma como al Supermán, solo que él se cayó de un caballo y no lo encontraron con un trusco como un bate de beisbol a su lado

  9. Pues si! No eres previsible, lo mejor : los argumentos para decir una cosa y todo lo contrario.