Un día en el que la nieve fue la protagonista


Cada aventura que vivimos comienza de una forma distinta. Anoche, cuando regresaba a mi casa después de pasar la tarde en Amsterdam, la temperatura en el exterior ya era de ocho grados bajo cero.

Una noche fría

Una noche fría, originally uploaded by sulaco_rm.

En realidad no se notaba demasiado el frío y el aire era muy agradable. Yo intercambiaba mensajes con algunos amigos comentando lo increíble y maravilloso del asunto.

Esta mañana, nada más levantarme me asomé a la ventana del jardín y la visión era increíble

El jardín cubierto de nieve

El jardín cubierto de nieve, originally uploaded by sulaco_rm.

Todo estaba cubierto por una espesa capa de nieve. La temperatura había subido hasta casi los cero grados y la mañana se presentaba nublada. Me asomé por la ventana de la calle para ver que tal estaba la situación por allí e hice otra foto:

La calle es un campo nevado
La calle es un campo nevado, originally uploaded by sulaco_rm.

Mandé los pertinentes correos con las imágenes para celebrar el evento y bajé a la cocina a prepararme unas Tostadas francesas. Comenzó de nuevo a caer la nieve de manera muy copiosa. Mi plan para el día consistía en ir al centro y acabar con las compras de regalos para mis sobrinas, después coger el tren e ir hasta al cine Pathé Arena que está junto al estadio del Amsterdam para ver con mi amigo el Niño la película Avatar en IMAX 3D y una vez terminada la peli el colega me había invitado a cenar a su casa. Me duché y me vestí y más o menos a la hora prevista salí por la puerta del jardín. Teníamos unos quince centímetros de nieve. Avancé sobre un increíble manto blanco hasta la parada del autobús. Eran las doce de la mañana. La guagua llegó con retraso y tardó casi cuarenta minutos en hacer el recorrido hasta la estación central de Utrecht, tres veces más de lo que suele ser habitual. Para cuando llegamos nevaba tanto que casi no se veía nada. Me acerqué a comprar mi billete de tren y veo que han puesto unos paneles especiales delante de las máquinas expendedoras avisando que hay una RECOMENDACI?N NEGATIVA DE VIAJE. Miro la pantalla con los horarios y veo que casi todos los trenes han sido cancelados.

Llamé al Niño y le expliqué la situación. Decidimos cancelar los eventos. Aprovechando que estaba en el centro hice las compras navideñas. Sobre la una y media había terminado y opté por volver a casa. La estación de tren era un caos, con un montón de gente buscando la forma de llegar a sus destinos. Bajé a la estación de guaguas y unos trabajadores con abrigos fluorescentes informaban a varios viajeros que sus líneas no estaban en servicio porque la cantidad de nieve era tal que lo hacía imposible. En ese momento llegó una guagua de la línea 8 y todos los de Lunetten nos lanzamos a su interior.

Al salir de la estación el chófer nos dijo que quizás iba a tener que volver si las condiciones de la carretera no mejoraban. La velocidad del vehículo era de cinco o diez kilómetros por hora como mucho. Era una guagua doble, con acordeón y la parte trasera a veces patinaba y daba unos bandazos como si aquello fuera una culebra. Al llegar a Smaragdplein, más o menos a la mitad del trayecto, cada parada de la guagua era un drama porque al arrancar patinaba y la parte trasera giraba como loca mientras la gente se agarraba a donde podía.

Cuatro paradas antes de mi casa, justo al entrar en Lunetten, la guagua ya no pudo seguir. Estábamos en alto, junto a una pendiente de cinco o seis metros y el vehículo golpeaba los bordillos de la calle mientras patinaba sin remedio y la parte delantera iba hacia la izquierda mientras la trasera prefería la derecha. Estuvimos casi diez minutos allí, con el conductor intentándolo todo hasta que avisó por la megafonía y nos informó que no podía seguir, algo que habíamos deducido desde cinco minutos antes pero que por no quitarle la ilusión no le dijimos nada.

La guagua ya no da más

La guagua ya no da más, originally uploaded by sulaco_rm.

Dejamos el vehículo en orden, todos con nuestras bolsas y regalos mientras nevaba un montón. Hasta ese momento yo había transmitido todas las andanzas de esta peripecia a varios de mis amigos a través de SMS y correos. La audiencia consistía de Waiting en algún lugar de Andalucía, mi amigo el Rubio que estaba tomando cervecitas en Barcelona, el Turco que andaba con su mujer por Estambul, el Niño en Amsterdam y otro colega en Nijmegen. Este despliegue me sirve para reafirmarme en lo absurdo que es el dosputocerismo. Todos aquellos a los que quería informar recibieron su ración inmediatamente, en su teléfono. No hubo problemas de privacidad porque no hubo ningún lector indeseado, toda la información era dirigida hacia personas determinadas y ellos eran los únicos receptores.

Guagua atascada en la nieve

Guagua atascada en la nieve, originally uploaded by sulaco_rm.

El kilómetro que había entre el sitio en donde se atascó la guagua y mi casa lo hice caminando sobre unos cuarenta centímetros de nieve. En ocasiones íbamos en fila india por la carretera siguiendo la traza de los pocos coches que se aventuraban por el lugar. Aunque pueda parecer terrible lo cierto es que nos lo tomamos con mucho humor y hasta disfrutamos de la aventura. Cuando entré en mi jardín la cantidad de nieve se había duplicado.

La mesa con un montón de nieve

La mesa con un montón de nieve, originally uploaded by sulaco_rm.

Me tuve que sacudir un montón de nieve antes de entrar en mi casa. Siguió nevando toda la tarde.

A ver quien tira la basura
A ver quien tira la basura, originally uploaded by sulaco_rm.

Por lo que he podido leer en los periódicos holandeses, el caos ha sido completo por todo el país y la compañía ferroviaria ya ha dicho que mañana lunes es más que probable que la mayor parte de las líneas no se puedan usar así que recomiendan quedarse en casa. Me va a venir de perlas este día extra que nos cae regalado del cielo. Si mañana por la tarde la cosa mejora aprovecharé para ver Avatar, aunque me tendré que conformar con 3D sin IMAX.


9 respuestas a “Un día en el que la nieve fue la protagonista”

  1. Menuda aventura, se me cae la baba viendo esas fotos y menos mal que la gente se lo toma con humor.

  2. Todas las fotos fueron hechas con el iPhone. Pasé de llevar la cámara grande al centro en una de las decisiones más sabias de mi vida. Nevaba tanto que hubiera sido imposible usarla a menos que quieras tener una cámara cubierta de nieve.

  3. La verdad es que con esa cantidad de nieve, o te lo tomas con humor, o te da ulcera.

    Lo malo es la gente que se queda colgada en una estación de tren, o así. Puede ser de lo más incómodo.

    Por cierto, vi Avatar en 3D, y la verdad es que las imágenes merecen la pena, en IMax debe ser alucinante.

  4. Hoy me he quedado trabajando desde casa. Tengo unos 50 cm de nieve en el jardín y esta tarde vuelve a nevar. Espero poder ir a Avatar por la tarde, aunque tendrá que ser en pleno y vulgar 3D sin IMAX

  5. Yo si la he visto!!!! Digital 3D full equipe, jejeje… y lo de la nieve, peor hubiera sido que fueras de esos 2000 y pico que se quedaron atrapados en el Eurotúnel, al menos tú podías irte a tu casa sin problema..

  6. Virtuditas, yo no me quejo. Fue una aventura, no me caí, llegué a casa sano y salvo y fui lo suficientemente precavido para cancelar la cita. Si hubiese ido a Amsterdam, entonces sí que habría tenido unos problemas enormes.

  7. No se, yo igual esperaría a ver Avatar en Imax, claro que si te gusta en 3D podrías repetir en Imax.

    Pero vamos, que si yo tuviera la oportunidad de verla en Imax ni me pensaba lo del 3D.

  8. Chamo!
    Yo andaba aqui tan calentita en mi casa que no me podia imaginar que todo lo que veia estuviera pasando en la vida real, pero me encanto ver la nieve aunque sea en fotos, es una de mis cosas favoritas del mundo. Yo estoy libre hoy pero me imagino que en mi oficina hoy no ha ido ni Dios.
    Un beso.

  9. Pues yo vi ayer Avatar en 3D, pero no Imax, y no me pareció gran cosa el efecto 3D, aunque a lo mejor era culpa del cine. Me dio la sensación de que me hubiera dado igual verla en dos dimensiones. Eso sí, la peli me gustó, a pesar de que los guionistas no se mataron demasiado (los aborígenes del planeta son clavados a los indígenas norteamericanos, con su defensa de la naturaleza, su religión animista y hasta su look iroqués).