Un long dimanche de fiançailles – Largo domingo de noviazgo


El cine europeo siempre me ha atraído bastante. No sé como explicarlo, pero hay algo diferente, algo quizás un poco mágico que no se ve en el cine norteamericano, que es siempre mucho más frío y plano a la hora de contar las historias. La película de la que voy a hablar hoy es Un long dimanche de fiançailles o Largo domingo de noviazgo, que es el título por el que supongo que la conoceréis. Es una de esas joyas que llegan a nuestra cartelera para ser ignoradas por la miasma y por todos los retardados que únicamente reaccionan al marketing de las multinacionales. Este tipo de cine necesita del boca a boca, del comentario en la máquina de café para salir adelante de una manera airosa. Lo bueno de esto es que las bestias que inundan nuestros cines y que son incapaces de apagar sus mierdas de telefoninos durante la proyección no ensuciarán las salas con su presencia y eso se aprecia.

Volviendo al tema, Un long dimanche de fiançailles es un drama maravilloso, una historia de amor con magia que transcurre en tiempos de la Primera Guerra Mundial. El director es un conocido que tiene un currículum casi intachable. Jean-Pierre Jeunet es el artesano que ha hecho películas tan maravillosas como Amelie, La ciudad de los niños perdidos o Delicatessen. Por desgracia, es también el que perpetró esa mierda llamada Alien: Resurrection en la que la hijaputa de la Ripley resucitaba doscientos años más tarde para volver a joder una saga ya bien jodida con la tercera parte. Bueno, como estoy en una fase optimista, a lo mejor gracias a su intermediación echaron a la cabrona esa de la saga de Alien.

Este hombre sabe como hacer cine y le encanta la magia, los momentos especiales, los detalles perdidos en la inmensidad de la pantalla que te ponen una sonrisa en la boca. De esos hay muchos en esta película. En pocas palabras, narra como una mujer cree que su amor no ha muerto en los combates y hará lo imposible por encontrarlo pese a que todos se empeñan en decirle lo contrario. Está llena de flashbacks y de versiones dentro de versiones en las que todos cuentan lo que creyeron ver y la verdad va evolucionando lentamente. La actriz que lleva el peso de la historia es Audrey Tatou, a quien recordaréis por Amelie. Esta joven ya es una de las grandes del cine europeo y el tiempo la hará una estrellona. Además de ser preciosa, tiene un rostro al que no puedes resistirte. Desprende simpatía y atrae la atención en la pantalla. Supongo que es eso que la gente llama carisma. El chico por el que pierde las bragas es Gaspard Ulliel, que también lo hace bastante bien en su papel de enamorado sin dudas y hasta el final. Su personaje es un poco simplón, pero eso le da aún más encanto. Hay muchísimos actores que suenan de otras películas de este director.

En general la historia es muy entretenida, la música espléndida, la ambientación fantástica y sales del cine con la sensación de haber visto una gran película. Es el tipo de cine al que se va con la novia o la querida y nunca, nunca, nunca con los amigotes. Una historia que quizás os arranque alguna lágrima pero que seguro que no os deja indiferentes. Los descerebrados podéis pasar sin verla, os basta con veros dos veces el trailer. Los demás ya sabéis, corred antes de que la quiten.


3 respuestas a “Un long dimanche de fiançailles – Largo domingo de noviazgo”

  1. solo hay una cosa que no me guste del cine de Jeunet, las tonterias, que no el humor francés, no me llegan a calar tantas en tan poco tiempo, por ejemplo estoy de acuerdo que el soldado no hace mas que el papel de un idiota todo el rato, me saca de quicio esa falta de seriedad y «consistencia»