Quién nos iba a decir que empezaríamos el nuevo año de cine hablando de una película de supuesto terror española y una que además, solo pusieron en UN único pase el día de Navidad y que por supuesto fui a ver. De esta jamás había oído hablar así que todo era misterio, aunque con los palos que me he llevado con el género, como que no me esperaba gran cosa y ya con el póster me esperaba lo peor y sobre todo cuando ningunean al director y lo ponen como que la película la presenta Alex de la Iglesia, que solo es uno de los cuatro productores que tiene. Se titula Venus y al menos en Canarias, no creo que esté en la cartelera.

Una julay se esconde en la keli de su hermana y allí hay chusma y gentuza podemita y truscolana

Una pava que trabaja bailando en una disco roba un montón de drogas y al huir, se esconde en la keli de su hermana, a la que no ha visto en mucho tiempo, en un edificio casi vacío y en el que al parecer hay espíritus o algo así y un montón de vecinos frikis. La hermana desaparece y ella se queda con la sobrina que no conocía y tratando de sobrevivir cuando las cosas se complican y los de la disco vienen a matarla o algo así.

Decir que es una peli de miedo es como que estirar el concepto hasta romperlo. Eso sí, tiene un par de momentos gores y sangre, pero es como una peli de serie Zeta, hecha con tres duros y dos reales. En ningún momento consiguieron crear una atmósfera agobiante y salvo por una vecina con el pelucón más falso de la historia del cine, el resto son deleznables. La película tiene un final más o menos predecible y bueno, cuando llegamos a la traca final, como que se pasan dos pueblos y medio, quizás tres con la bobería y pierden un montón de credibilidad, que vamos de una especie de fantasma monstruoso que vive en el ático a una peña de truscolanes y podemitas haciendo conjuros y eso fue demasiado.

Si eres un miembro del Clan de los Orcos o un sub-intelectual con GafaPasta, en este caso ambos haréis bien en evitar esta cosa.