Vidrieras y cruz en la Basilica di Santa Croce


Vidrieras y cruz en la Basilica di Santa Croce

En una ciudad en la que sobran las iglesias espectaculares, cuando llegas a la Basilica di Santa Croce y crees que no pueden sorprenderte más, te equivocas. Esta iglesia, la mayor de los franciscanos en el universo y de la que se rumorea que la fundó el mismísimo chamo que creó la orden esa, es espectacular, sobre todo porque hospeda las tumbas de una concentración de genios italianos y por eso la llaman también el Tempio dell’Itale Glorie. Al parecer los franciscanos querían una iglesia modesta y sencilla pero vamos, les salió el tiro por la culata y aquello es más espectacular que la keli de la Preysler. Las vidrieras tras el altar, la decoración y el pedazo de crucifijo del siglo XIII (equis-palito-palito-palito) y de estilo ortodoxo no se puede decir que sean muy modestos. Para entrar a esta iglesia hay que apoquinar guita.

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