Vista desde lo alto de la colina en Mandalay


Mandalay es famosa por su colina, aunque en realidad la cosa le viene de más atrás. La colina en sí tiene unos doscientos cincuenta metros y es una especie de enorme parque temático y santuario del budismo. Para subir, si eres una maricona vieja vas por una carretera y al final tomas un ascensor y si eres un ser inhumano, te quitas los zapatos en la punta de abajo y te pegas un subidón en el que se te cae el alma con la caló y toda la chusma y gentuza que pasas, como hice yo. En ese recorrido entre mendigos y vendedores pasas varios altares y en uno de ellos tienen la friolera de tres huesos de Buda, hombre increíble si tenemos en cuenta que un ser humano tiene doscientos y pico huesos y él se las apañó para tener unos cientos de miles y así poder repartir entre templos. Esta colina a la que hemos subido cuatro julays entre los que me incluyo es muy popular entre el artisteo y no hay creador de farándula que no la nombre en alguna de sus obras, moda que comenzó Rudyard Kipling (autor que asumo que todos hemos leído) con un poema que forjó la frase en la carretera a Mandalay de la que deriva truscoluña no es nación. George Orwell estuvo en el lugar, la ELO tiene una canción sobre el lugar y hasta los Beatles nombran el sitio, por no mencionar a Robbie Williams e incluso la reinona máxima, Elton John.

Todo eso está muy bien pero aún más importante es que según cuentan, el mismísimo Buda pasó por el lugar y predijo la creación de una gran ciudad en el mismo unos miles de años más tarde y el rey del barrio, para no hacerle un feo, la creó en el siglo XIX (equis-palito-equis), que es cuando según Buda debía aparecer de la nada. La vista, como se puede ver en esta foto y también en la de mañana, es mediocre y poco significativa, pero eso no quita que todos subamos para ver la puesta de sol. Las estructuras que se ven a la izquierda son los templos y el camino por el que vas subiendo, el cual es como una gigantesca serpiente que rodea la colina.

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4 respuestas a “Vista desde lo alto de la colina en Mandalay”

  1. No me extrañaría nada que hayan puesto una placa allí avisando que por el lugar pasaron el julay del Buda y el Elegido, The Chosen One, de Uitverkorene, que es como más o menos se me conoce en la intimidad, que son esos momentos en los que no hablo truscolán.