Volviendo a Brokeback Mountain


Brokeback MountainTras los Oscars me entraron ganas de visitar a unos viejos amigos y volver a ver la película que fue traicionada por tratar un tema que no está bien visto. Ya he hablado de Brokeback Mountain pero el haberla vuelto a ver me ha despertado las ganas de repetir en el tema. Castigar esta película en los Oscars solo por el tema que trata demuestra lo poco que valen las academias para premiar a sus propios miembros. El que se pueda votar por películas que no se ha visto es de juzgado de guardia pero en fin, así son las cosas.

En esta ocasión fui en un cine en otra ciudad y con otro amigo. El cine estaba bastante lleno y volvían a predominar las mujeres. Conozco tíos que la han visto y no se atreven a reconocerlo y otros que no la verán por la temática. Estos últimos son los que se la cascan viendo escenas de lesbianas en cine porno. Un montón de compañeros en el trabajo me han dicho que esperaran a que salga en DVD para verla en su casa sin la presión de entrar en un cine y que los vean yendo a dicha película. No sé, la cosa debe estar muy mal cuando no podemos ni siquiera decidir que cine queremos ver. En cualquier caso a mí me la suda todo esto y yo he repetido y es probable que la vea una tercera vez cuando vaya a España.

Brokeback Mountain ya está en mi top-5 de historias de amor junto con Love Story, Amelie, La princesa prometida y Desayuno con diamantes. Se ha colocado en ese lugar sin hacer ningún esfuerzo y sin tener que esperar a que pasen los años para que agarre solera. Para mí es un clásico desde ya mismo. Cuando se apagaron las luces de la sala y esa tonada tan conocida comenzó se me pusieron los pelos de punta.

Como casi siempre que repito una película esperaba fijarme en pequeños detalles, en la forma en la que la música está distribuida a lo largo de todo el metraje, en frases determinadas, en momentos concretos. No pude. Después de un par de minutos volví a tropezar y volví a meterme en esa historia y olvidarme de todo. La película tiene tres velocidades distintas: Se introduce a los personajes, se desarrolla la historia de amor y se concluye dramáticamente. Cada una de estas fases es impecable y tiene sus momentos supremos. El paisaje y la música acompañan todo este entramado y te hacen querer ir de camping a Brokeback y perderte por esas montañas con los colegas a lomo de un caballo. El lugar es grandioso y ha quedado retratado de esa forma. la historia de amor es absorbente. Tras el asombro inicial y los momentos de desconcierto se vuelve fuerte segundo a segundo y cala tanto que para cuando termina la película estás amargado por la forma en la que acaba. Te queda una sensación extraña, una ira contenida porque en muchísimos lugares del mundo esas dos personas podrían haber sido muy felices, pero su felicidad significaría que para nosotros no queda un Brokeback Mountain, un lugar al que acudir para ver lo dura que puede ser la vida para otros.

Cuando se encienden las luces todo el mundo se queda en sus asientos, en silencio, sin mirar a los ojos de los que están a su alrededor. Las emociones vibran en el aire y todos tienen miedo a abandonar la sala y afrontar un mundo en el que cosas como esa pueden suceder y suceden. no abundan las películas que son capaces de despertar esas cosas en la gente, las historias que te conmueven tanto que te identificas con ellos. Al menos no abundan hoy en día, con el cine entregado a los efectos especiales, las palomitas y los guiones para descerebrados. Brokeback Mountain nos devuelve al gran cine de hace unas décadas, a las historias que se recuerdan cuando pasa el tiempo, a los momentos que se parodian.

La película está llena de frases míticas que se repetirán hasta el infinito y más allá. Desconozco como se tradujeron al español así que por suerte las pondré en su versión original: «I wish I could quit you«, «The truth is sometimes I miss you so bad I can hardly stand it«, «If you can fix it Jack, you gotta stand it«, «You don’t say much but you get your point» y muchas más que se te clavan como alfileres cuando las escuchas.

Se me ocurren decenas de razones por las que cualquiera a quien le guste el cine debería dejar de lado cualquier prejuicio que pueda tener e ir a ver esta película en una sala, con una pantalla enorme, un sonido grandioso y una buena compaña. Hay películas que hacen grande este arte y Brokeback Mountain es una de ellas.

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8 respuestas a “Volviendo a Brokeback Mountain”

  1. Solo puede corroborar todas y cada unas de las afirmaciones. Es una pelicula que te revuelve el estomago al apreciar cuan cruel es el mundo en que vivimos… Me pasé días pensando que seguramente, haya cientos de historias iguales o similares…

  2. Totalmente de acuerdo. A mi también me encantó. Admito que lloré como una magdalena con el final, y eso que la pronunciacion de los protas hacía que no me enterase de muchas cosas.

  3. A mi me deja con el estómago revuelto y mal cuerpo pero no llego a llorar, aunque estuve a dos milímetros de lanzar la primera lágrima. Se me ocurren mil pequeñas variantes en las que posiblemente lloraría una jartada pero entonces la película no sería la mismo. En algunos momentos de mi primer pase tuve que tirar de los subtítulos en holandés porque no les pillaba pero esta segunda vez la cosa estuvo mucho mejor y no tuve tantos problemas.

  4. yo lloré en la última escena, al son de esa gran canción de Santaolalla
    la peli entra muy lentamente, pero le cogí el tempo y acabó cuajando
    aún así es una historia demasiado sencilla para poco más

  5. Espero que lo hayas grabado bleuge, porque en los tres siglos que hace que nos conocemos solo te he escuchado eructar y gasearte en la sala y jamás soltar un poquito de agüilla por los ojos.

  6. El proximo fin de semana vamos a verla, que me he resrvado para ti.
    Estoy totalmente contigo en la lista de las pelis de amor, aunque falta alguna más, excepto por lo de love story, que es una mierda.