Vredenburg


Todos conocen mis carencias intelectuales, que siempre han quedado tan a la vista en esta bitácora. Por eso, a los que me han estudiado atentamente a lo largo de los años les ruego que no lean esta entrada, porque les puede afectar. Ayer, como colofón a las doce semanas de torturas continuas en aras del aprendizaje de una lengua bárbara mayormente conocida como neerlandés, realizamos una actividad fuera del sagrado recinto que es nuestra clase. Mi profesora, una erudita en el arte de la búsqueda de gangas y baratijas, nos llevó a un concierto gratuito en el auditorio de Utrecht, también conocido como Vredenburg.

Hay que ver lo inculto que soy. Tan mayor y esta ha sido la primera vez que he ido a un concierto de música clásica. He estado en conciertos, pero más pachangueros: Madonna, Michael «niños venid a mí» Jackson, Alaska y Dinarama, Radio Futura, Kenny Logins y muchos otros de los que ni me acuerdo, pero nunca, nunca en un auditorio (de los de verdad) y con una orquesta (de las de verdad).

Sobre el Vredenburg decir que es un edificio alucinante. Tiene forma de octógono, con la orquesta situada cerca del centro. No tiene esas dimensiones mastodónticas de otros auditorios que he visto por fuera, como el de Las Palmas de Gran Canaria o el de Santa Cruz de Tenerife, lo cual me parece una ventaja. Los anteriormente mencionados no pegan ni con diarrea clarita en los sitios en los que han sido empotrados. Son obras fastuosas que desentonan completamente.

El programa se componía de dos obras y apenas duraba una hora (por algo es gratis). En primer lugar el concierto para piano número 15 (KV450) de Wolfgang Amadeus Mozart y a continuación la Sinfonía número 5 (D485) de Franz Schubert. En la primera pieza tocaba el piano Nino Gvetadze, de la que yo por supuestísimo nunca había oido hablar.

Una búsqueda en nuestro amigo Google me ha permitido saber que la susodicha ha sido la ganadora del concurso 2004 al mejor pianista joven de los Países Bajos.

Nino Gvetadze beste jonge pianist van Nederland!
Nino Gvetadze (1981) is de winnares van het Tweede Nationaal Pianoconcours 2004 dat dit najaar op het Koninklijk Conservatorium te Den Haag werd gehouden. De finale vond plaats op 11 december.

Hay que reconocer que me quedé extasiado. El recinto y la acústica hacen milagros. La música me llegaba con una suavidad increíble. Era capaz de distinguir los distintos instrumentos y al mismo tiempo disfrutar con la interacción entre ellos. Fue una experiencia casi mística. Y de la pionista mejor no hablar. Nino GvetadzeCuando se levantó de la silla la dejó mojada. Cuando tocaba parecía que el piano le daba unos calambrazos de placer tremendos. Por momentos pensé que se iba a poner a gemir allí mismo. El único reproche que le puedo hacer a la pianista es el mal gusto que tiene para comprarse ropa. No llevaba lo que se ve en la foto que he puesto (fijáros en la cara de multiorgásmica), sino un conjunto del tipo «muñeca Rosaura sucia y rastrera» que daba un poco de miedo. Era un traje con los hombros descubiertos y una falda hecha de tules negros en plan bailarina fracasada sin ilusión ni fantasía que me hizo sacar la cruz del pecho para protegerme, porque tenía pinta de malaje.

En fin, ahora tendremos 4 semanas de descanso antes de volver con la tortura de las clases de holandés en Enero.

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2 respuestas a “Vredenburg”

  1. Que envidia disfrutar así de un piano. Como siempre, tu descripción de los atuendos es soberbia.