No visitar Nueva York al menos una vez en tu vida es algo imperdonable. Todo te suena, cada rincón te recuerda alguna película o serie de televisión, momentos en los que te reíste, o lloraste, o te cagabas de miedo. Es una ciudad tremendamente fotogénica y llena de contrastes en la que en un momento estás frente a un montón de rascacielos y un rato más tarde y gracias a la magia del metro paseas por calles bucólicas y te paras a ver La casa de Truman Capote, foto que vimos por primera vez en marzo del año 2007 y a la que hoy le damos la bienvenida al Club de las 500.
Una respuesta a “Casa de Truman Capote en el Club de las 500”
Pues yo, no siento atracción alguna por las grandes ciudades, excepto para visitar lugares muy concretos, por ejemplo, podría ir a Londres solo para volver a visitar el grandioso museo de la guerra, con los aviones de la 2ª Guerra colgando de los techos, eso para mi es un placer orgasmante…jajaja
O ir a Lisboa solo para zamparme un besugo en el restaurante O,caseiro, cosas así, pequeñeces vamos…
Salud