En bicicleta a tu propio entierro


Ya había comentado hace un par de semanas que quería comenzar una serie con fotografías de los diferentes tipos de bicicletas y usos que veo cada día en los Países Bajos y alrededores. Comenzamos con la única de estas fotos que no es mía, está tomada de un periódico gratuito de los muchos que nos dan al viajar en tren, llamado Dag y por desgracia no la conseguí en un tamaño mayor.

En Holanda se vive rodeado de bicicletas. Los niños aprenden a conducirlas casi al mismo tiempo que al andar. La gente no necesita ni las manos al volante, por aquí todo el mundo va alegre por las calles, hablando con su móvil, protegiéndose de la lluvia con un paraguas, fumando o haciendo varias de estas cosas al mismo tiempo que montan una bicicleta. Ayuda mucho que la mayor parte sean a contrapedales y el freno está incluido en los mismos. La foto de hoy es de una mujer que llevaba a un hombre con su bicicleta al cementerio. Sucedió en Breda, hace unos días, el colmo del transporte ecológico, con 0% de emisiones de CO2, un ahorro increíble de gasolina y demás. La policía controló los cruces para darle prioridad a ella mientras llevaba en esta carrera final a este hombre que fue a su propio entierro en bicicleta.

Hay bicicletas para todo, como iréis descubriendo y se pueden usar para cualquier cosa. Somos muchos los que vivimos sin coche y no por ello estamos limitados. Vamos de compra, llevamos carga, movemos multitud de chiquillos, paseamos, corremos y siempre a lomos de una bicicleta.

En el Álbum de fotos de bicicletas encontrarás un montón de bicis que he ido fotografiando a lo largo de los años


5 respuestas a “En bicicleta a tu propio entierro”

  1. Lo más raro que he visto yo en Holanda en cuanto a gente circulando sin las manos en el manillar fue una chica que se iba pintando las uñas. Flipé.

  2. Si eran las uñas de los pies esa tía es LO MÁS. Yo lo más exótico fue una minusválida que en su bicicleta llevaba las muletas en un soporte, el cochito de un niño en otro soporte y tres chiquillos repartidos entre el volante (uno) y la parte de atrás (dos). Con toda esa carga subía la cuesta del túnel que hay bajo las vías del tren en Hilversum. Aluciné.

  3. Yo vi a una maquillándose mientras hablaba por el móvil, ese día supe que yo era una insignificante. A mi la foto desde que me la enviaste me impresionó y me dura la impresión. Besitos