Tránsito de Hong Kong a Kuala Lumpur


El relato de este viaje comenzó en El comienzo de otro gran viaje

Como en mi viaje anterior hay días que son de transición y en ellos cambia el escenario. Este es uno de ellos ya que por la tarde a primera hora volaba a Kuala Lumpur. Aún así, me dio tiempo a ir a la oficina de correos de Wan Chai y enviarle a mi madre los regalos que le compré y de paso visitar el templo de Hung Sheng, el cual es pequeño y está construido directamente en la roca. Está dedicado a Hung Sheng, el cual viene a ser el patrón de los pescadores gracias a sus dotes para predecir el tiempo. Desayuné por la zona y después me di un paseo por el mercado de Wan Chai pero tuve que salir pronto porque en algunos puestos (particularmente en aquellos en los que hierven carne de todo tipo) el hedor es insoportable.

Más tarde volví al hotel, hice la maleta y tomé un taxi para ir a la estación de tren en donde tomé el expreso que lleva al aeropuerto en media hora. Se puede facturar en la misma estación y eso fue lo que hice para ahorrarme el cargar con dos mochilas. En el aeropuerto busqué la oficina de correos y me mandé a Holanda la guía de Indonesia, un ladrillo de más de un kilo que como no voy a usar no quiero estar cargando. Después pasé los controles de seguridad y pasaporte y me senté en la fantástica terminal a esperar el avión mientras navegaba por el WiFi gratuito que hay en el aeropuerto (y que también hay por toda la ciudad).

Pensaba que sería un avión pequeño pero me equivoqué. Era un Boeing 777-300 que iba lleno hasta la bandera y que después de Kuala Lumpur hace escala en Penang para regresar a Hong Kong, así que intuyo que al volver a los Países Bajos pararé en Penang ya que el avión es el mismo.

El vuelo se me pasó muy rápido, escribiendo todo lo relativo a la estancia en Hong Kong ya que entre mis planes para el día siguiente estaba el mandarme por correo la guía de Hong Kong y Macao y así seguir aligerando equipaje.

De entre las reflexiones finales de esta parte de mi viaje, sé que volveré a Hong Kong porque me quedó mucho por ver y porque es un punto perfecto para alcanzar otros destinos. Me gustó lo seguro que resulta todo, lo fácil que es moverte con el transporte público y lo bien que se come (si te gusta el marisco). En el lado menos positivo está el agobio con tanta gente y lo rudos que son cuando se mueven (sobre todo en el transporte público). También la gente parece un poco gritona y aunque muchos dicen que hablan inglés, si les preguntas algo o no te entienden o te responden algo que tú no entiendes pero de esto me culpo a mí mismo y a mi inglés más diseñado y orientado hacia otros acentos de esa lengua. A veces resulta difícil encontrar la información (porque solo está en chino) pero con una buena guía turística se suple y no hay más problemas.

Al llegar al aeropuerto de Kuala Lumpur llovía con fuerza y como la cola de control de pasaportes era apoteósica, aproveché para conectarme al Wifi gratuito del aeropuerto y lanzar otra andanada de anotaciones que escribí mientras esperaba en Hong Kong y volaba. En el momento en el que leáis esto habrán pasado diez días desde que lo escribí, lo cual os puede dar una idea de la cantidad de contenido que he ido escribiendo.

Una vez terminados los trámites de inmigración, tomé el tren Express que lleva a KL Sentral, la principal estación de trenes de la ciudad y allí cogí un taxi para mi hotel. Tuve que pagar los más caros porque en el mostrador de los ?económicos?? tenían un cartel diciendo que por la lluvia la espera era de unos cuarenta y cinco minutos. El taxista se metió en el tráfico e intentó hacer una pirueta y colarse por donde no debía pero la policía estaba en el lugar y terminó dando un rodeo del quince hasta dejarme en el hotel, algo que no me preocupaba demasiado porque el precio es fijo.

En la recepción, la chica me pidió el ?voucher?? (¿alguien sabe como se dice en español?), el cual no tenía y tuvimos que ir a los ordenadores que tienen para que los clientes se conecten a Internet, entrar en mi correo e imprimir el correo de confirmación, que no es ningún tipo de factura. Esto que suena rápido tomó algo de tiempo porque delante de mi en la cola había unos hindúes intentando que les cambien la habitación sin razón aparente y esa gente es incansable en estas tareas y solo cuando la empleada los mandó al carajo y los reenvió a su jefe, el cual también era hindú, pudo seguir con la cola de clientes. Me asignaron una habitación en la planta 24 y cuando tomé el ascensor y llegué a la misma, veo que la numeración va de la habitación 01 a la 35 y yo tengo la 36. Vuelta a la recepción y allí me explicaron que el hotel tiene una numeración extraña y las plantas de fumadores están marcadas con números raros. Resultó que mi planta es la 24a y mientras subía y miraba los botones de los números vi que no tenían demasiada lógica, se saltaban algunos y en otros los llenaban de letras, como la planta 35, la cual tiene el 35, 35a, 35b y 35c.

La habitación es grande pero se ve que el hotel está más pasado que el coño de la Veneno. El baño tiene un retrete de la época en la que Torrebruno triunfaba en la única televisión que había en España y el aire acondicionado pasó sus días de glorias tres o cuatro años atrás y ahora a lo único que aspira es a lanzar una brisa de aire fresco cuando lo pones a la máxima potencia.

Bajé a la recepción y allí me encontré con Mr. Hyde, el cual vive ahora en Kuala Lumpur y acompañado de su esposa fuimos a cenar a un lugar que ellos llaman el Steamboat y en donde te ponen una sopera eléctrica grande en la mesa, la sopera está dividida en dos y tienes una mitad con sopa de pollo y la otra con una picante y después vas echando en cada sopera la pitanza y lo cocinas antes de comértelo. Estaba muy rico. La pitanza consistió de verduras, fideos, marisco y pescado que dieron para casi hora y media de sopita.

Luego me dejaron en el hotel y así concluyó mi día de transición. Volveré a ver a Mr. Hyde al final del viaje, cuando regrese a Kuala Lumpur antes de seguir camino hacia Hong Kong y Ámsterdam.

El relato continúa en Las cuevas Batu y una de piscina

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6 respuestas a “Tránsito de Hong Kong a Kuala Lumpur”

  1. Estoy deseando ver fotos, muchas fotos de todos los sitios por donde vas pasando.
    Asi que viste a Mr. Hyde y además se ha casado y todo (supongo que con alguna chica del pais).
    Es que yo me leí todo su blog y cuando terminé de leerlo él se cansó de escribir, asi que me dejó con la miel en los labios.

  2. Pues si, el querido Mr. Hyde no escribe desde hace la tira, pero parece que lo que era una estancia pasajera se ha convertido en definitiva ¿no?.

    El voucher, imagino que se dirá resguardo, o talón, incluso tique de reserva.

  3. La reserva, diría yo. Diez días!! pues si que por una vez has adelantado el relato del viaje si… hasta escribes sobre la marcha, im-presionante. Me ha llamado la atención eso de enviarte por correo las guías turísticas de los sitios que visitas, no se te ha perdido ninguna?

  4. Montse y Luis, le he reprochado reiteradamente que haya dejado de escribir. Según él, no le sucede nada digno de mención. Vive en el puto quinto coño, en una cultura totalmente distinta y todavía tiene la jeta de decir que no le pasa nada. Conoció a su esposa dos días antes de llegar yo a las islas Perhentian, estando ella de fin de semana por allí.

    Sobre las fotos, cada día mando un correo a mi familia y algunos amigos con una foto que selecciono de todas las que hago y un pequeño texto en inglés. Cuando tenga tiempo las subo a flickr en un álbum especial y aquellos comentaristas que lo deseen recibirán una invitación para poder acceder a dicho álbum y verlas. En los templos he hecho fotos IN-CRE-Í-BLES.

    Virtuditas, está todo escrito hasta el día de ayer y esta noche escribiré lo de hoy, que no aparecerá antes del 11 de junio. Es posible que retrase estas anotaciones un poco porque si no va a ser muy monótono, con relato de viaje 5 días a la semana. Esta noche habrá otro episodio y después continuará el lunes ya que para el fin de semana hay películas. Ahora mismo hay 27 anotaciones en cola de espera, incluyendo el final de las fotos del Keukenhof, dos de Amsterdam y unas pocas del club de las 500. Después saltaremos a Malasia y comenzaremos a ver fotos del viaje del año pasado. Y tengo en cola listos para publicar también fotos de Copenhague, Luxemburgo, Roskilde y un montón de sitios más. Sobre lo de mandarme por correo las guías de viaje que ya no necesito, seguro que me llegan, en Holanda el correo funciona muy bien. Está por ver si le llegan a mi madre sus regalos que también se los estoy mandando por correos para ahorrarme el cargarlos.

  5. si no recibiste el enlace, obviamente usas una dirección de correo falsa en tus comentarios. Y no son albumes, es un único álbum.