El cine de animación parece que está maldito entre aquellos a los que ya les comenzaron a crecer los pelos en el culo y las lobas tatuadas. Parece que cuando cruzan la línea y entran en la adolescencia, ya no molan esas películas con las que tanto se divertían y dejan de ir a verlas. Al menos esa es la teoría del pollaboba que gestiona el multicines de la cadena Pathé en Utrecht, ya que jamás, jamás, jamás se molesta en estrenar estas películas por la tarde/noche y en versión original. Se dedica a poner sesiones matinales y al comienzo de la tarde dobladas al neerlandés y me obliga a ir siempre a Amsterdam a verlas, ya que con cuatro multicines en la ciudad, al menos en uno de ellos sí que ponen la versión con las bocas sincronizadas correctamente con el sonido. Como de todas maneras voy a la capital holandesa semanalmente para ver cine más subintelectual, no me importa y así, cuando se estrenó Epic la puse en mi lista de cosas que ver por Amsterdam y fui a finales de mayo, aunque en España no se estrenará hasta el penúltimo día de agosto con el título de Epic: El mundo secreto.

Una julay descubre una barriada jinameña rescondida en el bosque al lado de su keli y allí se encoña de un chamo que parece que está acarajotado

Una adolescente se muda a vivir con el friki de su padre, un científico loco que mora junto a un bosque en el que cree que existe una civilización de seres minúsculos. Espiando a su padre y con movidas raras acaba siendo reducida al tamaño de un gorgojo y descubre que su padre no está loco, que dice la verdad y entra a formar parte de una aventura para llevar al lugar adecuado la cápsula que contiene la nueva reina del bosque y evitar que este sea destruido por los malos malísimos. En el camino, se enchocha de un joven.

Lo primero que me viene a la cabeza al pensar en esta película es que no es más que otra peli de animación. No tiene nada especial, no destaca por nada y se regodea en su vulgaridad. La historia es entretenida, los caracteres están bien definidos pero pese a eso, da la impresión que no quisieron arriesgar y fueron a por lo seguro y ahí es donde la película pierde parte de su encanto, el saber que tienen la posibilidad de hacer cosas increíbles y se conforman con más de lo mismo. Tiene bonitas escenas con los jóvenes, un despliegue muy entretenido con la ceremonia en la que la Reina elige a su sucesora pero le falta alma. Por otro lado, es perfecta para familias con niños, quizás por esa fijación en lo simple. La historia de amor es solo una más de las tramas secundarias y le faltan minutos para que resulte interesante.

Definitivamente es una película para niños. Carece de una historia que enganche a los adultos. Pese a esto, está fuera del alcance de los miembros del Clan de los Orcos, los cuales harán bien en evitarla, salvo que vayan con los orquitos resultado de sus guarrerías sexuales con sus hembras. El resto podéis esperar a que la den por la tele.