Agente X: Última misión – The Bricklayer


Tengo que reconocer que la de hoy es una película en la que yo tenía zerolo interés pero como esa semana estábamos escasos de estrenos, me la tuve que mamar e ir al cine a verla, pero esto ya apestaba a peli flojilla desde el mismísimo tráiler, era como una versión de bajo costo de una peli de Jason Bourne con un pavo que si lo miras de lejos y cerrando los ojos un poco, hasta se le parece. Se titula The Bricklayer y en España se estrenó al principio de enero como Agente X: Última misión, que manda güevos la facilidad para traducir del panoli que lo hizo, es que vamos, de albañil a lo que ellos pusieron hay al menos tres universos paralelos y para lelos.

Un julay albañil se va de vacaciones al este de Europa y monta un pitote que no veas.

Tenemos a un panoli que trabaja pegando ladrillos y que resulta que es un super-hiper-mega agente secreto, que claro, lo normal cuando esos se retiran es meterse en puestos bajos en la construcción y lo llaman y lo mandan a Europa porque hay un follón allí y él es un experto en follones y le dicen que se lleve a una panoli que es como aprendiz o algo así. Una vez en el terreno, aquello es una matanza que no veas, un politicastro desarretado invocando el fin del mundo o algo así y los gringos que corren de aquí para allá sin dar pie con bola hasta que el albañil empieza a repartir hostias sin confesión previa y claro, obviamente salva el mundo, el universo y hasta todo lo demás.

Esto es una tremenda chorrada y hecha como que con bajo presupuesto, así que la mayor parte de las escenas de acción son a lo pobre, o en recintos cerrados en donde es más fácil y hay menos coches para destruir. El guion no tiene sentido alguno y van saltando de idea loca a idea chiflada continuamente y lo mejor es que cuando cienes y cienes de malos apuntan hacia el chamo parecen ser incapaces de darle y cuando él levanta la mano, mata a tres con una única bala y cuando están directamente delante de él y le disparan, fallan y él no falla nunca, aunque en un punto determinado le pegan un tiro, se lo cierra con cinta aislante y un rato más tarde, o más bien unos minutos, la herida parece haber desaparecido y él está enraladísimo y como que pidiendo a gritos que lo dejen apuntarse a un concurso de flamenco porque él lo vale. Es así de estúpido y el final es lo peor. Aaron Eckhart está fatal y vamos, que la química con Nina Dobrev no existe ni en esta ni en las galaxias paralelas.

Por más que sea una peli de acción, ni los miembros del Clan de los Orcos la tolerarán y provocará vómitos a los sub-intelectuales con GafaPasta que se atrevan con ella. Como terminará en el cine de sobremesa de fin de semana, sería una buena opción para provocar la siesta.


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