Albóndigas en salsa


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Hoy no tengo el cuerpo como para muchos trotes, o más bien no tengo la cabeza en su sitio así que tiraremos de la socorrida sección de cocinillas y dejaremos para otro día el relato de lo que ha sucedido en este largo puente de Mayo.

No sé si será la alteración producida por la primavera o qué pero llevo un tiempillo probando nuevas recetas, planeando platos para cocinar y en definitiva, disfrutando en la cocina. Esta semana me arriesgué con un plato clásico que revisité después de encontrar su receta en uno de los libros de cocina que tengo (y que ando leyendo). Se trata de las albóndigas en salsa. Yo de siempre he sido fans de las albóndigas. Me encantan. Cuando mi madre las cocina me empacho y me pongo como un cerdo. es uno de los platos que más me gustan. Sin embargo nunca había sido muy bueno cocinándolas, hasta ahora. He encontrado una receta exótica y que al mismo tiempo es muy fácil de hacer. Esta semana las he cocinado dos veces. Una en mi casa para probar y depurar las instrucciones y la segunda vez fue ayer en casa de mi amigo el Rubio, en donde cociné para él y su esposa. Sin más preámbulos vayamos a por la receta.

Los ingredientes: 500 gr. de carne picada, 3 cucharadas de pan rallado, 3 dientes de ajo, 3 yemas de huevo, sal, pimienta negra, un poco de cáscara de limón, 2 cebollas, 2 pimientos rojos, mantequilla, tomate triturado, aceite de oliva, harina y pimienta de cayena.

La implementación: Primero decir que con estas cantidades saldrán unas dieciocho albóndigas, suficiente para alimentar a tres. El tiempo total de preparación yo diría que es de alrededor de una hora, aunque no todo el tiempo cocinando. Lo primero es servirte una cerveza y que tus amigos se sienten en la cocina a hablar. Después mezcla la carne picada con el pan rallado, las yemas de huevo. Añade el ajo después de pasarlo por la prensa de ajo y también la cáscara de limón cortadita muy fina (Una variedad que no he probado aún pero que haré sería el dividir la masa en dos antes de poner el limón y a una mitad echarle la cáscara de limón y a la otra cáscara de naranja. Así saldrían albóndigas con dos sabores. Con todo mezclado, salpimentar y dejar reposando.

Después de este trabajillo uno se puede tomar un descanso y continuar con la conversación mientras el olor a ajo lo envuelve todo. Cuando queráis seguir se pelan las cebollas y se pica fina. Lo mismo con el pimiento rojo. En un caldero (o una sartén grande) se echa mantequilla y rehogamos la cebolla hasta que esté blanda. Después se añaden los pimientos y el tomate triturado (yo puse como 300 ml. de tomate) y se deja rehogando a fuego medio durante unos veinte minutos. De cuando en cuando le añades agua si ves que se está quedando muy seco.

Mientras esto se cocina calienta aceite en una sartén pequeña para freír las albóndigas. Haz las albóndigas del tamaño de una nuez con la masa de carne. Pásalas por harina y fríelas en la sartén (unos 8 minutos más o menos). yo comienzo con cuatro, después pongo unas pocas más y así sucesivamente hasta que están todas hechas. Cuando las vas sacando las puedes poner a escurrir el aceite sobre papel de cocina.

Antes de juntarlas con la salsa, salpimenta la salsa y ponle un poco de pimienta de cayena. Añade las albóndigas, mezcla bien y sirve. Se puede acompañar de arroz, ensalada o papas al horno, por ejemplo papas pequeñas cortadas por la mitad y cocinadas con su piel.

La receta es simple y efectiva. Al ponerles tanto ajo las albóndigas tendrán un fuerte sabor al mismo resaltado con toques de limón bastante curiosos. La salsa de cebolla y pimiento está deliciosa. Es uno de esos platos en los que tienes que coger pan y rebañarlo hasta dejarlo limpio como una patena.

Si quieres ver otras recetas que he cocinado puedes ir al índice de Mi pequeño libro de recetas de cocina y allí tienes la lista completa


2 respuestas a “Albóndigas en salsa”

  1. Nunca he probado lo del limón pero, esta misma receta, para la salsa, obvio el tomate y, tras sofreir la cebolla y los pimientos, los paso por pasapurá para hacerla líquida, queda de espanto.
    Tiene muy buena pinta, probaré lo del limón la próxima vez.
    También las puedes acompañar de papas fritas.

  2. Me gusta más la salsa sin pasarla por el pasapuré, queda con más textura y saboreas con gusto el pimiento. Nosotros la acompañamos de krieltjes al horno, que son papas pequeñas con piel las cuales cortamos a la mitad, pusimos en una bandeja con algo de aceite y le añadimos por encima hierbas para que pillaran algo de sabor.