En mi batalla eterna por comenzar a hablar y usar el holandés estoy procurando ir al cine a ver todo lo que se estrena en ese idioma. Este año ya habéis tenido varios ejemplos por aquí de películas que jamás se verán fuera de los Países Bajos y de la zona flamenca de Bélgica. Una de las ramas del cine de este país que hasta ahora había evitado es el de adolescentes, más que nada porque ya en el trailer se puede ver que no va a ser gran cosa. Aún así, mi amigo el Niño me ha estado machacando para que fuese a ver una película basada en los personajes de una famosa serie de televisión para la chiquillada y llamada Het huis Anubis o la casa Anubis. En realidad la película es la segunda que hacen pero como se trata de una aventura, tampoco me perdía mucho si no había visto la primera y así fue como acabé en un cine yendo a ver Anubis en de Wraak van Arghus, título que se puede traducir como Anubis y la venganza de Arghus. Debería haber hecho más caso de mi instinto.

Un puñado de julays las pasan putas en una casa encantada

Para celebrar el cumpleaños de un amigo que merece que lo ahoguen por capullo la pandilla se va de fin de semana a un castillo que al parecer está encantado. En el mismo harán una fiesta en plan Halloween pero nada más llegar comienzan a pasar cosas extrañas. El intelectual al que homenajean, en un alarde de inteligencia dice que todo aquello sucede porque allí vime un vampiro y hay que matarlo y se ponen a ello mientras van desapareciendo miembros de la cutre-pandilla de uno en uno y tendrán que apurarse para conseguir salvar sus vidas.

Sin haber visto nunca la serie, mi problema con la película es que después de una hora ya me aburría, es siempre lo mismo y está claro que no pretenden impresionar a nadie de más de 15 años. Los saltos argumentales son escandalosos y la actuación del tal Appie, que es el chiquillo que cumple años, es como para darle un Razzie. Por Dios que malo que es, consiguió enervarme en todas y cada una de sus frases y aunque entre los otros habían mejores actores, ese cabrón chupó tanta pantalla que lo único que recuerdo es lo molesto que era, lo estúpido de la historia, lo malos que eran los efectos especiales y lo mucho que me falta para entender todo lo que dicen en Holandés y sobre todo cuando hablan de temas en los que yo desconozco el vocabulario.

En fin, una película que por suerte jamás tendréis que padecer.