Después de hacer un sacrificio con el estipendio que me gasté para pagar asiento de ventana, cuando el piloto dijo que aterrizábamos, yo entré en modo de pánico total y me puse a grabar el vídeo y resultó que el aterrizaje real sucedió más de veinte minutos después, con lo que este es un vídeo algo largo y que he tenido que acelerar porque literalmente no pasa nada. La música es la maravillosa canción Clair De Lune compuesta por Claude Debussy y que aquí escuchamos en la versión que se oía en el clásico Twilight – Crepúsculo.
Comenzamos sobre montañas, que resulta difícil ver porque los más de cuarenta grados en la zona crean como una neblina que se pega al suelo, pero vamos, está ahí y si no, no me creas y dona dinero para asiento de venetana. Pasamos como por una ciudad que igual es Milas, ya que aunque todos llamamos al aeropuerto el de Bodrum, esa zona turística está abierta cuatro meses y el resto del año es un cementerio jalal, sin carne de cochino ni manteca de cerdo o jamón serrano. Antes de llegar al segundo minuto el chófer mete el freno de mano y hace un giro de noventa grados que yo pensé que se inmolaba y nos estampaba contra las montañas, pero resultó que se metió como en un valle que es donde está el aeropuerto. Se ve mucho bosque, que plantan para los incendios, que les encantan por allí. Cuando el avión aterriza tenemos un rato largo hasta llegar al sitio en donde el chófer echó el freno de mano y pasamos incluso muchos aviones de ricachones y oligarcas rusos, que esos sí pueden contaminar y la sostenibilidad no va con ellos, como tampoco va con el marido de la criminal esa que da másters universitarios sin tener estudios.
Una respuesta a “Aterrizando en el aeropuerto de Milas-Bodrum”
Genial!!!
Yo lo preferiría a velocidad normal…
Gracias africano… 🙂
Salud