Aterrizando en Málaga otra vez


El vuelo comenzó en Despegando de Schiphol caminito de Málaga

Habíamos visto ya el vídeo ese en negro negrísimo con el despegue en el aeropuerto de Schiphol en el que mayormente no se ve absolutamente nada de nada de ná y después de tres horas en el aire, toca aterrizar en Málaga y esta vez los vientos iban en nuestra contra y tuvimos que irnos hasta el mar Mediterráneo y cual patera voladora, entrar en la ciudad desde el mar. Algo tan emocionante y sensible se merece lo mejor y por eso la música es el clásico instantáneo Tally Two / What’s The Plan / F-14 del momentazo en el que el mejor actor del universo conocido está en un bosque nevado en territorio enemigo y junto a su ahijado, se mete en una base enemiga y les roba un F-14 con la punta de la polla. Esto por supuesto solo se puede ver en Top Gun: Maverick, película de la que se dice que la quieren añadir a la lista de Patrimonio de la Humanidad salvo por truscoluña, que no es nación.

Empezamos acercándonos a Málaga desde el mar y yo estoy en la parte izquierda del avión y puedo ver Marbella, Fuengirola, Benalmádena y más tarde Málaga, eso debe ser lo que llaman la costa del Sol, que se ve que hay un montón pero hacía un frío de que te cagas, que fue justo en un fin de semana con una ola de esas que te camban por las patas pa’bajo. Nos acercamos despacito, despacito para poder apreciar el momentazo, que pocas veces tenemos tanta claridad. Una pena que me tocó detrás del ala, pero bueno, es lo que tiene no pagar por elegir el asiento, que aquí nadie dona leuros para eso. Ya sobre la tierra, corremos hacia el aeropuerto y pasamos sobre un Centro Comercial y una vez aterrizamos, seguimos hasta que casi hemos aparcado. Por una desgracia muy grande, el despegue y el aterrizaje de vuelta serán de noche, así que mejor nos vamos preparando para la desilusión.