Después de la semana de vacaciones en Bodrum, tocaba volver al cine y al parecer se han estrenado un montón de películas durante las dos semanas y por suerte, puedo llenar de nuevo mi despensa, que estaba peladísima, aunque mucho me temo que como no caigan estrenos regularmente, no me durará mucho, que en verano estiran las películas hasta el infinito. La de hoy fue el preestreno sorpresa de la semana y vamos, si la ponen en cartelera, van a gastar un pastizal en aire acondicionado para salas vacías. Se titula Babes, no tiene ni título ni fecha de estreno en España y de hacerlo, solo la podrían titular truscoluña no es nación.

A una julay se la empeta un negro que la deja empreñada y la tipa es peor que una maldición gitana.

Resulta que tenemos dos mejores amigas. Una casada y pariendo el segundo hijo y la otra que después de un rollo con un pavo, se queda preñada, descubre que el pavo murió al día siguiente de chingársela y decide ser madre soltera, pero apoyándose en la amiga, que está cubierta de mielda hasta el cuello con el nuevo bebé y el primogénito gilipollas total. Tendremos que estas dos tienen muchas cosas que aclarar o algo así, entre estupideces y más estupideces.

Supongo que a alguien le puede gustar, pero esa persona no estaba en el cine porque la mitad de la sala se marchó en los primeros quince minutos y los que aguantamos, prácticamente no soltamos una carcajada en una supuesta comedia que no hace gracia. Las dos tipas son odiosas, pero odiosas a conciencia, sin química alguna entre ellas o entre la casada y el estúpido y subnormal de su marido. El niño es repelente y te dan ganas de meterle la cabeza en un balde de agua y ahogarlo y el bebé por suerte sale poco porque también acabaría en el balde. Hay un montón de personajes secundarios que no aportan absolutamente nada. Es como si el guion lo escribió alguien con medio dedo de frente y claro, de ahí no había mucho que sacar y después eligieron a las peores actrices posibles y la directora estaba tan aburrida que se dedicaba a no mirar a la pantalla de lo que rodaban y el resultado es triste y patético.

Esto se lo pones a un miembro del Clan de los Orcos y te quema el cine. Cualquier sub-intelectual con GafaPasta huirá de los cines en los que la pongan. Para olvidar.