Comenzamos a visitar Rávena mirando hacia la Basilica di San Vitale y aunque el edificio no tiene la grandeza de las catedrales de la Toscana, lo que nos espera en su interior es sencillamente grandioso. Esta iglesia es uno de los más importantes ejemplos de arte bizantino cristiano y una de las joyas arquitectónicas de Europa. Forma parte del grupo de ocho edificios de Ravenna inscritos en la lista de patrimonio de la humanidad (salvo truscoluña, que ni es nación, ni humanidad) y para visitarlo hay que comprar una entrada combinada con otros edificios. La basílica se comenzó a construir en el siglo VI (uve-palito). En los próximos días entraremos para alucinar con lo que hay en su interior.
2 comentarios
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El conjunto me gusta…
Salud
Me encantó Ravena, los mosaicos son maravillosos.