Biscuit de suero de mantequilla


Ya que estamos con el suero de mantequilla, que para aquellos que no lo pueden comprar, hay recetas en la red muy fáciles para hacerlo casero, una de las recetas que añadí durante el encierro a la rotación fue la de los biscuits de suero de mantequilla y aquí hay que explicar que en Estados Unidos y Canadá, los biscuits no son las galletas, son otro tipo de bollo, sin azúcar y que se hacen en un rato. En este caso, he ajustado la receta para que el resultado sean cinco biscuits, para cantidades mayores, ya sabéis, hay que multiplicar. También decir que hay que comerlos recién hechos o un rato después, según pase el tiempo perderán su magia. En la receta original usaban harina de repostería y entre las ingentes cantidades de harina en mi casa, de esa no tengo, así que he optado por hacerme mi propia harina de repostería casera usando harina normal.

Los ingredientes: 1 taza de harina, media cucharadita de sal, una cucharadita y media de levadura química, media taza de suero de mantequilla y 42 gramos de mantequilla.

La implementación: Encendemos el horno a doscientos veinte grados paa que se vaya calentando. Preparamos la harina mezclándola con la sal y la levadura química. La alternativa es usar una taza de harina de repostería y no hay que hacer esta mezcla. Ponemos la harina en un bol. En un rallador, rallamos la mantequilla, que cuanto más fría esté mejor, con lo que si la ponéis media hora antes de preparar los buiscuits en el congelador, quedarán trocitos más duros y estos, al derretirse en el horno, producirán algo mágico. Mezclamos la harina con la mantequilla rallada, hacemos un hueco en el medio y añadimos el suero de mantequilla y vamos removiendo con una cuchara de madera. Removemos despacio y con delicadeza y el suero se irá mezclando con la harina y la mantequilla hasta que tenemos una masa pegajosa y basta con mucha humedad.

Ponemos una hoja de papel de horno, la enharinamos un poco y echamos la masa del bol sobre el papel. Vamos a crear diferentes capas. Echamos un poco de harina por encima, cubrimos con parte del papel de horno y así la aplastamos por primera vez extendiéndola. Después doblamos de nuevo ayudándonos con el papel y aplastamos un poco. Volvemos a doblar por tercera vez y si es necesario, seguimos añadiendo harina. Doblamos por una cuarta y una quinta vez. Es mejor no usar un rodillo, sino usando el papel de repostería, se aplasta suavemente con las manos. Yo uso el mismo papel para poner los biscuits en la bandeja del horno. Para cortarlos uso un cortador de galletas o donuts, de un tamaño relativamente grande. En el primer corte me salieron cuatro y con los restos hice el quinto biscuit.

Se hornean durante unos quince minutos, aunque conviene controlar por si se están quemando mucho. Yo los pongo en la zona central del horno y no uso ventilador. Están más ricos cuando los comes después de unos minutos fuera del horno. Se pueden abrir fácilmente con la mano y untarlos con vuestra mermelada favorita, en mi caso, la de moras o la de uvas:

Son también una buena opción para usar como pan en una comida, se hacen rápido, no hay que fermentar y no tienen azúcar y en su sabor predomina la mantequilla.


5 respuestas a “Biscuit de suero de mantequilla”

  1. ¡Tienen una pinta del carajo!
    A mi horno de gas le tengo mucho miedo, hay que quemar mucho antes de agarrar el punto de cada cosa, pero cualquier dia que esté inspirado… ¡Zas!
    Salud

  2. No creo que engorden tanto. No hay un solo gramo de azúcar y la cantidad de mantequilla es mínima, eso sí, le da un saborcillo bestial. No son dulces, pero acompañados con mermelada son épicos y también como panecillos. He hecho la prueba de congelar cuatro en dos bolsas separadas para ver si sobreviven bien al congelamiento.

    Genín, ¿tu horno de gas es el soldador que usas para las empanadas?

  3. Pero hace décadas que me salen perfectas, a eso me referia, hay que cogerle el truco, no sirven las instrucciones que dan, lo mismo me pasó con los bizcochos, puro carbón, y ahora son famosos por doquier… 🙂
    Salud