Brandweer


El lunes pasado los bomberos (brandweer) tomaron los aparcamientos de mi empresa. El viernes ya nos habían avisado que invadirían dos de los tres aparcamientos para realizar ejercicios. Fue una pena que se me olvidara la cámara porque sus maniobras fueron espectaculares.

Cuando llegué de clases de neerlandés, me encontré el aparcamiento lleno de coches de bomberos y dos vehículos volcados (como si hubieran tenido un accidente). Los bomberos hacían todo tipo de simulacros sacando maniquíes, desbloqueando puertas y demás. Los vehículos habían sufrido el supuesto accidente justo al lado del aparcamiento de bicicletas, así que mientras ellos trataban de rescatar un pobre maniquí de uno de los coches, yo aparcaba a menos de cinco metros de ellos y me quedaba pasmado mirando. Uno de los bomberos hizo un comentario jocoso, pero mi ignorancia idiomática me salvó de entenderlo.

En el aparcamiento más alejado y que corresponde al edificio en el que trabajaba hasta el año pasado (el edificio que hemos vaciado para ahorrar 1 millón de ?? en alquiler), montaron un incendio espectacular. Como lo hicieron después de las seis ya se había ido todo el mundo y probablemente yo fui uno de los pocos espectadores. Fue impresionante ver como controlan las llamas en un pis-pás. Huelga decir que no di un palo al agua en toda la tarde. Me la pasé noveleriando.

Y ya que estamos, creo que nunca he comentado una costumbre que hay por estos lares el primer lunes de cada mes a las 12.00, o sea, al mediodía.

Por alguna extraña razón, esta gente mantiene sistemas de megafonía para avisar en caso de desgracia o similares en todas las ciudades. Por ley se comprueba que funcionan una vez al mes, haciéndolos sonar durante dos minutos al mediodía. La primera vez que lo escuché, que fue mi primer día de trabajo en este país, casi me cago por las patas pa’ abajo. De repente empezaron a sonar unos sirenones tremendos (que encima estaban colocados sobre el edificio de Lucent) y yo ignorante de lo que estaba pasando. Pensé que era el fin del mundo. No veas la bajona de tensión que me dio. Ahora sin embargo, me limito a cagarme en la madre que parió al cabrón que toca el botón y no nos permite mantener una conversación durante dos minutos. ¡Ah¡ y en mi trabajo actual también tenemos las sirenas en la azotea. Debe ser una maldición que pesa sobre mí.

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5 respuestas a “Brandweer”

  1. Trabajé en Lucent el primer año que estuve en Holanda. y sí, Teleco e informático, ambas. Lo único que queda de Lucent en HOlanda después del batacazo que se dieron sigue en esta ciudad, Hilversum.

  2. En el edificio de mi empresa, la sintonía de la megafonía es exactamente la misma que la de renfe (ya sabes, la que precede aquello de «próximo
    tren con destino…»); de vez en cuando los guardias de seguridad ejercen su derecho a un minuto de fama y nos lanzan mensajes como: «tengan mucho cuidado con el coche del garaje al salir» (!). Eso sí, en caso de apagón, incendio o lo que sea, ni mu.
    (sulaco, hace tiempo que te leo en silencio)

  3. Larpeira, bienvenida (aunque quizás debería advertirte que la lectura continuada de este blog puede tener efectos deleznables en la inseguridad propia y ajena).
    No tengo ni idea de cual es la melodía de Renfe porque en las Canarias no tenemos tren y cuando estuve en Santiago, la estación era un poco cutre salchichera y no consigo recordar ninguna melodía). Aquí en Holanda no hay melodía. Para los anuncios una voz surge de los cielos de la estación y en neerlandés suele informar de que hay retraso o que han cambiado el tren de andén. Esa voz siempre empieza con un Atentie (que se lee Atenzie).

  4. sulaco, no hay problema, que la inseguridad ajena me da igual, y para la mía ya me refuerzo el ego cada semana bailando tango.
    este verano estuve en holanda, me fui con mi hermano y su familia en una autocaravana, así que no tuve mucha oportunidad de escuchar neerlandés por megafonía. Recuerdo que aparcamos en utrecht, y al bajarnos de la guagua oímos el aserejé sonando en plan verbena… Eso, y la proliferación de machos altos y rubicundos (y guapos) bailando %2//// machine» en una discoteca de pueblo.