Broken Flowers – Flores rotas


El cine de autor suele estar estigmatizado y relegado a las filmotecas porque los descerebrados que acuden por millones a las salas de cine no tienen ni la paciencia ni la capacidad intelectual para disfrutar de historias que requieren algo de concentración y una mente abierta. Por suerte esa minoría que sí se arriesga es una piña y aunque desperdigada por todo el mundo, al final logramos marcar la diferencia y volver esas pequeñas películas rentables. Este cine no suele tener grandes presupuestos pero sí cuenta con grandes intérpretes, gente que normalmente está fuera del alcance económico de esos directores pero que se ofrecen a trabajar gratis o por un salario mucho menor.

Hace unas semanas estuve en Nijmegen para encontrarme en el mundo real con Dani. La película que vimos aquel día fue Broken Flowers o Flores rotas que es el título por el que la mayoría la habrá oído nombrar. Es una historia rara que se puede condensar en un panoli de cuidado más pasado que un plato de arroz tailandés que tiene un hijoputa de vecino que además de follar todo lo que puede con una nigeriana se dedica a joderle la vida a él también. El panoli recibe una carta anónima en la que se le informa que tiene un hijo mayor de edad y que éste lo está buscando por el universo. El hijoputa del vecino averigua donde viven sus ex-novias de hace dos décadas y lo embarca en un viaje a visitarlas a todas para averiguar cual de esas putas folló sin tomar la pildora y pretende ahora endiñarle un moli panoli ya crecido y posib lemente acarajotado. Durante su recorrido por las carreteras americanas escucharemos musiquilla nigeriana y veremos como la que nace puta sigue puta toda su puta vida y como las personas malas se vuelven peores con la edad. En este viaje el pobre hombre descubre que le habría ido mejor de hacerse julandrillo y haber taladrado ojetes ortales.

Ahora que tenemos el esquema básico en mente es una road movie en la que se alterna el avión con el coche. Tiene momentos sublimes de Bill Murray en su casa, cuando está sentado en su salón sin hacer nada durante minutos, quieto, disfrutando de su soledad. Las conversaciones de este hombre con el vecino son también legendarias. El colega lo desprecia tanto que ni tiene en cuenta su opinión. ?l le organiza todo sin darle opción y lo mejor es que el hombre le hace caso. Cada encuentro con cada una de sus ex-novias es una pequeña aventura surrealista que merece ser disfrutada. Hay una que tiene una hija «lolita» que es el putón verbenero más avanzado visto en el cine en mucho tiempo. La chiquilla no se lo folló allí mismo porque no le cuadró la logística. Cuando uno ve a la niña con la madre juntas comprende muchas cosas de esa familia y ese es posiblemente uno de los grandes poderes de esta película, el mostrar historias completas solo con imágenes. El director ha sido Jim Jarmusch y debía estar en gracia la semana que comenzó a rodar esto porque lo ha cuadrado. Sólo hay un pequeño pero y se trata del final. Es abrupto, inesperado y te deja con una sensación extraña en el cuerpo, desconsolado e infeliz por la forma en la que acaba.

Ni os planteéis ir a verla con amigotes. Esto es cine de autor. Id sólo si tenéis cojones para ver ese tipo de propuestas. Si lo hacéis, sabed que os respeto y me descubro ante vosotros. Para los demás, palomitas, cervezas y rubias siliconadas con frases monosílabas en cualquier otra mierda de esas que hollywood produce en tandas de diez cada semana y seguid regodeándoos en vuestros electroencefalogramas planos que el mundo también necesita carne de relleno.
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2 respuestas a “Broken Flowers – Flores rotas”

  1. Estoy de acuerdo. El planteamiento me pareció original, Bill Murray se sale, pero el final me dejó cuajado. Aunque supongo que no todas las películas deben tener obligatoriamente un final clásico.

  2. Yo también estoy de acuerdo, pero creo que el final es el adecuado. Si le hubiese puesto otr, se habría convertido en una película normal.