Buceando alrededor de la isla de Derawan


En mi segundo día en Scuba Junkie Sangalaki, se me unieron ocho buceadores, tres canadienses y cinco malayos, con los que seguiré buceando hasta que me vaya y ellos irán conmigo en ese barco y tomarán el mismo avión que yo, con lo que vamos a pasar al menos una semana todos juntos. Me levanté a la hora habitual y subí a la sala en donde desayunamos como diez minutos antes de la hora, con lo que fui el primero en desayunar. Los malayos se pusieron en mi mesa y comenzamos a hablar y entre pitos y flautas, ya nos conocemos todos.

Hoy las inmersiones eran en los alrededores de la isla de Derawan, en donde nos encontramos, con lo que después de cada una de ellas volvíamos al centro de buceo. Antes de salir, teníamos una tortuga enorme directamente en el agua, junto a nosotros. Para la primera inmersión, fuimos a un pequeño faro que está junto a la isla. El faro está en la parte superior de un pináculo que no llega a salir a la superficie. Bajamos directamente a treinta metros de profundidad y desde allí fuimos volviendo a la superficie buscando sobre todo maravillas pequeñitas, gambetas minúsculas, cangrejos de milímetros y cosas así. El lugar es muy espectacular pero una inmersión tan profunda cansa y rondábamos siempre los diez minutos de límite para que sea necesario una descompresión, algo que no hace ningún club de buceo en lo que yo he estado, con lo que cada vez que llegábamos a diez, subíamos un poco para no arriesgarnos.

Al volver de la misma, teníamos otra tortuga enorme junto al club. Aproveché la hora de descanso para charlar. En los perfiles que hacen cuando preparan las inmersiones del día, siempre te ponen lo más profundo al principio y las sucesivas han de ser más ligeras. Nuestra segunda inmersión fue en un lugar muy cercano y que ellos llaman Macromania y era una colina que desciende hacía los treinta metros. Bajamos a veinte metros y desde allí fuimos subiendo y topándonos con más nudibranquios, una barracuda gigantesca, un pulpo que se escondió y no quiso salir, bancos de peces y una chalana hundida, pero de las de fibra, que se veía en perfecto estado pero si está en el fondo del agua marina del mar, tiene que haberle pasado algo. Al ser de fibra de vídrio, a los corales y demás fauna aún no les ha dado tiempo a engancharse allí. En total estuvimos casi una hora bajo el agua. En la primera inmersión salí con 50 bar de aire en el tanque, con lo que respiré un montón o dicho de otra forma, consumí un montón por la profundidad. En la segunda el tiempo de inmersión fue un minuto más y salí con 100 bares.

Después de salir almorzamos, de nuevo con nuestras cajitas con diferentes cosas, con sus verduritas hervidas, su pollo, su arroz, su salsa picante del coño-tu-puta-madre y su plátano. Ya hasta le pongo un poco de salsa al arroz, pero con cuidado. El descanso en esta segunda inmersión fue mayor y sobre las dos menos cuarto nos preparamos para la tercera, en un sitio que llaman barco fantasma y en donde, obviamente, hay un pecio de un barco, pero este era de madera y más de la mitad ha desaparecido dándole un aspecto muy lúgubre. De nuevo, cantidades industriales de vida pequeña. Vimos un par de tortugas en el agua que pasaban cerca de nosotros y millones de peces bebé, creciendo entre los corales, en donde se esconden para que los otros no se los coman.

Después de salir, técnicamente era la última del día, pero los canadienses se apuntaron para una nocturna y yo también bajé con ellos. La salida era a las seis de la tarde e íbamos cerca, en la zona de Macromania en la que hicimos la segundainmersión, solo que por la noche hay muchísima más vida. Conmigo lo de las inmersiones nocturnas es raro, las hay que me encantan y otras en las que realmente no veo nada que me deje alucinando y esta fue de las últimas, pese a encontrarnos con tres tortugas enormes durmiendo en el fondo, vimos una sepia y multitud de nudibranquios, pero pese a esto, mi sensación es que puedo aprovechar la tarde mucho más rascándome la barriga. Al menos puedo decir que la hice y seguir adelante. Con las cuatro inmersiones de hoy, mi total es de ciento cuatro, un número bastante alto y que crecerá mucho más ya que creo que me faltan treinta y una inmersiones por hacer.

El relato continúa en Buceando con tortugas en la isla de Maratua

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3 respuestas a “Buceando alrededor de la isla de Derawan”

  1. No sabia que eras tan borrachuzo, hasta 100 bares nada menos!!! 🙂
    Es que me lo has puesto a huevo, y no me he podido resistir con el chiste malo… 🙂
    Salud

  2. Uf, Genín, malo no, malísimo!! como se nota que no anda por aquí el endiosado para ponerte verde en la réplica 😉