Burn After Reading – Quemar después de leer


A veces una combinación de circunstancias hace que una película que quieres ver se te escape. Eso es lo que ha estado a punto de pasarme con lo último de Joel & Ethan Coen que parecen bastante prolíficos últimamente. He quedado con un amigo para ir a ver Burn After Reading como tres veces y siempre lo hemos terminado cancelando por un motivo u otro. Aunque técnicamente he quedado para verla la semana que viene, he hecho trampas y he ido a verla hoy. La película se estrenó también en España ya hace tiempo con el título Quemar después de leer y que queréis que os diga, no me ha parecido gran cosa.

Una julay está dispuesta hasta a comer todo tipo de rabos con tal de conseguir la guita para pagarse unas despampanantes tetas nuevas

Comenzamos conociendo a un montón de frikis y sus patéticas vidas. Cada uno tiene sus problemas, sus sueños y esperanzas. Pronto descubrimos que una lo que quiere es hacerse cuatro operaciones para recauchutarse el cuerpo caduco y como su seguro no se las paga, idea una trama de sobornos y tonterías a cuenta de un CD con supuestos datos secretos que encuentran en el gimnasio en donde trabajan. A partir de aquí se tuerce todo de mil y una maneras y no queda pájaro con cabeza ni pie con bola.

Desde el primer minuto hay algo tremendamente molesto con las actuaciones de casi todos los actores y actrices y no tengo ni idea si ese algo se perdió con el doblaje. Lo cierto es que varios de ellos (si no todos) hacen como que son simplones, totorotas, tontos del culo o similares y en la forma en la que lo representan estriba el mayor problema de esta película. Brad Pitt se curra una de sus peores actuaciones de su carrera, con un gesto estúpido en su cara y una forma de hablar que te hace ser consciente todo el tiempo que es un actor tratando de hacer de tonto. Lo mismo pasa con Frances McDormand, la amiga totorota que necesita el dinero para operarse. Junto a ellos tenemos a George Clooney quien alguien le debió decir que ya no estaba haciendo anuncios de café porque eso es lo que hace en todos y cada uno de los planos en los que sale. El único que parece escapar a este desaguisado es John Malkovich haciendo de hombre acabado y desesperado que no sabe muy bien qué coño está pasando a su alrededor. No ayuda mucho la historia, que salta incoherentemente y al tratar de contar demasiadas tramas en paralelo distrae demasiado y por momentos aburre. Los momentos cómicos no siempre consiguen su objetivo y personalmente me pareció demasiado floja.

Quizás para una tarde en la que llueva y no haya otra cosa mejor que hacer.

5-10 Pasable


7 respuestas a “Burn After Reading – Quemar después de leer”

  1. ¿Pero no te parece meritorio que Brad Pitt sea capaz de interpretar a un personaje de unos 28 años teniendo casi 50?

  2. A mí no me pareció tan mala, pero acabé volviendo a ver la de Fargo y la verdad es que es infinitamente mejor que esta. Cierto lo del personaje de George Clooney (que también anuncia martinis, a veces ponen los dos anuncios seguiditos en la tele)

  3. Rodolfo, tiene 45 y si yo tuviera la vida que él tiene, con tanto sacrificio y trabajo duro estaría tan bien como él o mejor. A mí me da la impresión que cada vez parece más falso, más maikeljackson, con esa cara que no sé lo que le han hecho pero es algo raro y ese ombligo que a fuerza de estirárselo ya lo tiene a la altura de los pezones.

    Inés, lo de Clooney es vivir del cuento escrito con mayúsculas. Hace un montón de tiempo que ni se molesta en actuar.

  4. Lo hacía mejor en la otra de los Coen con él, más creíble. Además es cierto que cuando sales demasiado en cosas no relacionadas con el cine (publicidad, revistas del corazón, etc), pierdes credibilidad.