Si solo dispusiéramos de tres cajas para clasificar a toda la gente, espero que al menos una de ellas sea enorme porque lo que predomina en nuestra especie son la gente del tipo «oveja», los que van hacia donde los llevan los «pastores» y hacen lo que estos les dicen. El segundo grupo no es tan numeroso pero sigue siendo considerable y ahí tenéis los políticos y similares. Por último están los «lobos», los independientes que con sus hazañas han ido creando pequeñas marcas en la historia de la humanidad que han logrado alterar su rumbo. Todo esto no viene a cuento de nada pero como hay que poner un pequeño prólogo y esta es una película de gente que vive una experiencia épica, lo mejor es señalarlos como seres especiales y no como los que se quedan en el rebaño. La película se llama The Way Back y se estrenó en España a principios de enero con el título de Camino a la libertad.

Un puñado de julays se escapa de una chirona chunguísima en el puto culo del mundo y como se les olvidó el bono guagua tuvieron que caminar lo que no está escrito en los libros ni en los comics y llegar hasta la India mismamente

En un campo de trabajo en Siberia durante la Segunda Guerra Mundial un grupo de presos planean escaparse ya que si van a morir, al menos lo quieren hacer con libertad. Cuando lo logran comienza realmente la aventura ya que tendrán que andar miles de kilómetros para conseguir su sueño de libertad. Entre penurias y desgracias aderezadas con algún golpe de suerte van poniendo kilómetros entre ellos y Siberia y llegarán a Mongolia, el Tíbet y finalmente a la India.

La historia está «teóricamente» basada en hechos reales. Digo teóricamente porque al parecer se ha podido demostrar que el tipo que dijo que lo hizo en realidad fue liberado por los rusos en 1942 y no vivió nada de esto. De cualquier manera, es toda una experiencia de supervivencia y de como si nos presionan lo suficiente, podemos hacer gestas imposibles. Esta banda comenzó en Siberia, bajo un frío de morirse y desde allí fue bajando, cruzó desierto, escaló montañas e hizo lo que no está escrito por llegar a algún país en el que ser libres. Las relaciones entre ellos se van definiendo e intensificando a lo largo de la historia y por supuesto, hay un montón de empatía entre los espectadores y nuestros aventureros, sufrimos con ellos, nos horrorizamos con las cosas que pasan y cuando alguno cae y muere «en libertad», lo lamentamos con ellos. Es una preciosa historia de camaradería y superación, bien escrita, con un guión fuerte y que alterna los diálogos y las escenas tiernas con la dureza del mundo que les rodea, con unas interpretaciones fantásticas por parte de todos los actores y la actriz y particularmente de Ed Harris, que borda su papel de señor ya mayor que sufre un montón pero que es tozudo.

Además de una buena historia, los escenarios de la película son de los que os dejan con la boca abierta, bellísimos e inhóspitos. No por nada está co-producida por la National Geographic Society. Este no es cine de efectos especiales y para acarajotados sin capacidad para sumar dos y dos sino que requiere del espectador cierto esfuerzo y a cambio lo premia con una excelente película. No la dejes pasar si tienes oportunidad.