Nos volvemos a encontrar, como los grandes atletas, ante otro reto de estos que supuestamente no son reales y se archivan en la sección de #noticiasfalsas ya que todos somos conscientes que el cambio climático se lo inventaron cuatro palurdos. Desde ayer alguien encendió los fogones del infierno y dejó la puerta abierta y los Países Bajos se están transformando en los Países Sequitos, con récords que duran menos de veinticuatro horas ya que caen uno detrás de otro y con lo peor aún por llegar en las próximas cuarenta y ocho horas. Yo desde el domingo vivo en frío, todo lo que como ha de tener o la temperatura del interior de la casa o de la nevera. No enciendo hornos, fuegos o nada que se les parezca. Me preparé a conciencia en la tarde del domingo, el último día con temperaturas aceptables y me hice mis Magdalenas, mi Brownie y unas papas para preparar una ensaladilla rusa para dos días. Cuando mañana ya no tenga magdalenas, cambiaré a mis provisiones de pan de güevo y Rollitos de canela y para las cenas, las próximas serán ensaladas de pasta y cuando supere esa fase, ensaladas de arroz. Esto lo complementamos con visitas al cine en las horas de más calor para disfrutar del aire acondicionado gratuito y de muchísima agua.

Las calles se han convertido en calderas de cocinado lento, cuando te mueves por las mismas tienes la sensación de ser uno de los ingredientes de algún plato que se comerá algún Dios. Con esta caló tan grande, lo de escribir se me hace una tarea imposible, mi cerebro, que ya funciona poco, se detiene cuando la temperatura sube.

Eso sí, lo que no me canso de mostrar a cualquier pollaboba que me diga que yo debería estar acostumbrado a esto porque vengo de las Canarias es la temperatura en la ciudad de las Palmas en ese momento, que es siempre bastante agradable ya que todo el norte de la isla de Gran Canaria recibe la brisa del mar y allí se disfruta de un clima subtropical, no continental o saharaui, que es el que tenemos ahora mismo por aquí. Así que hasta que cambien los tercios, como no escriba algo en la oficina antes de salir para mi casa, aquí no habrá nada, a menos que me ponga a buscar fotos de bicicletas en el teléfono.