El lunes después de salir de trabajar y regresar a mi casa, la Chinita se pasaba por allí y nos íbamos juntos a la estación para ir a Amsterdam. La razón del viaje era ir a cenar a uno de los chinos de la ciudad, el New King, ya que queríamos comer Sui Kau, una sopa deliciosa similar a la de wonton solo que en este caso, es con gambas (o langostinos) envueltos en altún tipo de masa.

La Chinita va a Amsterdam de San Juan a Corpus y no se conoce los trucos así que de entrada se quería meter en la parte más abarrotada del tren, después quería ir hasta la estación central y caminar desde allí. Por suerte yo soy un experto en esa ciudad y en el transporte público y la obligué a ponerse en la parte del tren que siempre tiene asientos libres, nos bajamos en la estación Amsterdam Amstel, desde allí fuimos en metro hasta la zona en donde está el barrio Chino y llegamos al restaurante mucho antes de lo que ella había calculado. El problema de los restaurantes chinos (en Holanda y en otros sitios) es que si pides cinco platos, te los traen todos a la vez, así que el truco está en pedir solo los primeros, después pedir los segundos y así hasta el final. Así no acabas con un montón de comida en la mesa que se está enfriando. Después de la emboliada con la sopa nos pedimos unos fideos crujientes con marisco, uno de mis platos favoritos y que está mal traducido ya que el seafood incluye también pescado, calamares, pulpo y otras cosas que yo no creo que sean marisco.

Al salir compramos dulces en una dulcería China y regresamos a Utrecht con la misma combinación de metro y tren más bicicleta.

Ayer lo dediqué a trabajar en el jardín, en mi pequeño e interminable proyecto para reconfigurar una parte del mismo añadiendo césped y quitando o reubicando todo lo que había en la misma. Llevo semanas con este pequeño trabajo ya que he tenido que sacar un montón de tierra del jardín y lo he ido haciendo poco a poco, aprovechando el contenedor para jardín y verduras que tengo. Ya casi he completado la fase de eliminado de plantas y extracción de la tierra y ahora he comenzado a remover el terreno para airearlo antes de poner algo de tierra nueva y comprar las alfombras de césped que se agarrarán a la tierra y simplificarán mi vida un montón, ya que tendré muchísimo menos trabajo a la hora e mantenerlo todo en orden. Hasta ahora el curro en el jardín me quitaba demasiadas horas, que es lo que estoy tratando de minimizar. Ayer también, a la hora de almorzar, me iba al lugar secreto de las moras en Hilversum y recogía otro kilo. Ya tengo un arsenal considerable de mermelada, ya que a los kilos que he sacado de mi jardín he añadido casi cuatro kilos de moras de Hilversum, aunque los morales aquí también están quedándose sin materia prima. De lo que no tendré este año son uvas, ya que se murió mi vieja parra y la nueva está en la infancia, creciendo.

Cuando acabe con el pequeño proyecto del jardín y ponga el césped le haré una foto pero hasta ese momento habrá que esperar. Y ya que estamos hablando del tema, comentar que alguien en mi ruta con la bici no podó la catalpa este año y puedo confirmar y confirmo que no da flores, simplemente, en lugar de una bola de dos metros de diámetro, tienen una bola el doble de densa y de cuatro metros de diámetro, enorme y con las mismas hojas. Según me comentó el Moreno, la suya solo dió flores el primer año y después nunca mais, con lo que puede que sea el tipo de clima que sufrimos por aquí.