Contra viento y marea


El viernes por la noche, el cordón umbilical que me conecta con el universo binario comenzó a dar señales de agotamiento y el sábado por la mañana estaba muerto. Como la Ley de Murphy es válida en todos lados, coincidió con las vacaciones de mis vecinos y nunca me he preocupado de apuntar la contraseña de su red WiFi. Así, sin más, quedé aislado del universo, salvo por la conexión del móvil. El sábado llamé al centro de atención al cliente y descubrí que contratan monos en lugar de personas para realizar el trabajo. El simio que me atendió, me guió por un estúpido proceso de preguntas para las que yo ya le había dado la respuesta y concluyó conque habían problemas en mi zona y debía esperar una hora antes de volver a intentar. Así, cada dos horas, llamada, espera, diálogo de besugos y ninguna solución. El domingo fue más de lo mismo. Hoy salí de mi casa cabreado a las ocho y con una lluvia fuerte y persistente, acompañada de truenos, rayos y relámpagos. Al llegar a la estación de Utrecht Centraal me esperan en la misma veinte mil personas que no son mis más-mejores-amigos y descubro que por culpa de un rayo, todo el tráfico a o desde esa estación está suspendido y no se sabe cuando se reanudará. Tras esperar dos horas, regresé a mi casa, doblemente frustrado y acordándome de la puta que parió al Murphy y su ley. A las doce y diez conseguí viajar en tren a Hilversum. para entonces ya había cancelado mi contrato con Ziggo, el cutre-proveedor que me suministra televisión, teléfono e Internet. El idiota que me atiende y al que le explico la situación y lo que espero de él y que se puede resumir en cancelar mi contrato, me termina transfiriendo a otra persona, seguramente alguien que sabe manejar casos «frustrados«. Mi paciencia en ese momento está en mínimos históricos y cuando empieza con su letanía le corto en seco y le explico que o me cancela mi contrato, si es que está mentalmente capacitada por la tarea o me lo dice ya mismo y yo lo hago por carta, lo cual me supondrá que no se rescindirá hasta un día más tarde, ya que tengo un preaviso de 30 días. La mujer capta el concepto, se pone a la tarea y trata de colar que pueden venir a mi casa a arreglar el problema seguramente en cuatro días y yo solo tengo que pagar esa visita, si es el módem el que está estropeado me lo mandarán por correo unos días más tarde y si no, Dios mediante comenzarán una investigación. Como soy una bellísima persona, en lugar de mandarla a follar cabezudos coreanos de mierda, le explico que sin Internet en mi casa no puedo trabajar desde la misma y su empresa solo acude entre 9 y 5 de la tarde y le recuerdo que su misión, la cual ha aceptado, es cancelar mi suscripción y continuar con su bellísima vida. Retoma la tarea de pulsar botones en un teclado sin saber muy bien para qué y antes de cortar me ofrece como algo extraordinario y sin precedentes que uno de sus operarios puede venir a mi casa en DOS días, solo DOS, por supuesto yo pago la visita y mirar si el módem funciona. Ignoro el mensaje, recibo la confirmación del cese de contrato para el dieciocho de julio y le deseo todo lo mejor, siempre.

Después miro en Internet y de las ofertas existentes, me quedo con T-Mobile, aunque en realidad es ONLINE, compañía de la que ya fui cliente en algún pasado (creo que he estado con todos los proveedores de ADSL en Holanda) y llamo para contratar el servicio. Solo Internet, sin teléfono y sin televisión, con tropecientos megas en bajada y alguno en subida, con un año de contrato que por supuesto respetaré y cancelaré un día más tarde de que se cumpla, todo por dieciséis leuros al mes. A partir de ahora, volvemos al sistema tradicional de un contrato de un año de duración y al final del mismo salto a otro proveedor, sistema fabuloso y que siempre te permite ahorrar un montón de dinero. La única pega es que tardarán tres semanas en activarme la conexión y eso significa que hasta que vuelvan mis vecinos, no tengo Internet en casa y ésta la mejor bitácora sin premios en castellano tendrá todo su contenido enlatado previamente y puede que hayan algunos agujeros en los días en los que no tenga tiempo para preparar algo desde el trabajo o traerlo desde mi casa.

Pese al mareo y las triquiñuelas que tratan de hacerte, sigue pareciéndome fantástico que con una sola llamada de teléfono puedo cancelar todo el servicio y con una segunda llamada puedo contratar uno nuevo y dejarlo todo apalabrado. Si hay que buscar un culpable, soy yo mismo por acomodarme y dejar de saltar de proveedor como hacía anteriormente. El ahorro previsto para los próximos doce meses será de trescientos leuros, ya que paso de pagar cuarenta y dos leuros al mes a pagar dieciséis. En el camino se queda la señal de televisión que no veo (uso un apple TV para mi propia y fabulosa programación) y un teléfono que jamás conecté y con el que hice una sola llamada en un año.


9 respuestas a “Contra viento y marea”

  1. ¡Vaya!…Veo que ahí tampoco todo es fantástico. De todos modos, felicidades por el ahorro. Yo estoy pagando 42 euros al mes, por Internet y por el teléfono. Y, desde luego, no tengo tropecientos megas; más bien estoy en el pódium de los lentos. Por ponerte un ejemplo: cuando te envío un comentario a ti, le doy a publicar??me levanto del sillón, me voy a la cocina a beber algo, me doy una vuelta por mi casa, recogiendo cosas de aquí y de allí, vuelvo??y aún está con el proceso. ¡Es desesperante!…

  2. Antes de ponerte a hablar con esta gente hay que medicarse porque si no terminas cortándote las venas de pura desesperación, eso cuando no te llaman para ofrecerte una mierda de oferta a las 5 de la tarde, en plena siesta, despertando a la niña del exorcista que hay en mí, que termina echando gusarapos por la boca y cagándose en su familia y en ella misma.

  3. A mí no me llaman. Hay varios niveles de protección para que eso no suceda. En primer lugar, tienen el número de móvil que usaba hace dos años y mi sana costumbre de cambiarlo me mantiene a salvo. Sobra decir pero lo digo que NUNCA, NUNCA, NUNCA respondo a llamadas de números desconocidos. El segundo nivel es que no conecté la línea de teléfono fijo que venía con mi contrato con lo que nunca pudieron usarla para llamarme. En tercer lugar, mi número de móvil actual está en una base de datos para que no me llamen con ofertas de marketing de cualquier tipo. Jamás ha sucedido pero si lo hicieran, lo denunciaría a las autoridades de consumo y aquí eso se lo toman en serio.

    Para los del marketing directo y que te tocan el timbre a las seis de la tarde (o las siete o las ocho), no abro la puerta a desconocidos y todos mis amigos saben que o anuncian la visita o se quedan en la puerta. A veces hasta me pueden ver sentado en el salón ninguneándolos mientras ellos agitan las manos y yo sigo tan feliz como una lombriz jugando con mi iPad. Eso lo aprendí de mi vecino, que da clases de doctorado en el tema.

  4. Tendré que estudiarlo, el problema es que tengo personas mayores de la familia que llaman sólo al fijo y lo tengo que conectar y aunque no respondo a teléfonos desconocidos, me despiertan igualmente y si desconecto la línea, a veces se me olvida conectarla y tengo a la vieja de los nervios.

  5. A veces tengo una media discusión con la parienta porque cuando suena el fijo de casa, ni me levanto, ni cojo, ni me preocupo, sé que si es algo importante de veras a continuación me llamarán al móvil. Ella tiene mucho más interiorizado que si llaman al teléfono hay que coger así que me echa unos responsos que no veas y claro, descuelga y le ofrecen un bono gratis para jugar a la primitiva, o son los de Orange preguntando por el que tenía nuestro número anteriormente, o unos intentando que nos cambiemos a no se qué… pobrecica, y no aprende… 🙂

  6. Jc, pon un contestador y si es familia, que dejen mensaje. Los otros nunca lo dejan así que no hay problema.

    En la época en la que respondía al teléfono, viviendo en Hilversum, si era una tía le repetía PUTA, PUTA, PUTA, PUTA hasta que cortaba. Si era un tío le pedía correctamente: CH?PAMELA, CHUPÁMELA, CH?PAMELA y también acababan por cortar.

    Y lo de dar números de teléfono equivocados, eso es un clásico que practico con asiduidad. A mi nuevo proveedor de ADSL les he dado el bueno, tan pronto como lo tenga instalado, entro en mi cuenta y la actualizo con datos erróneos y después que los vendan a quien quieran.

  7. mi truco cuando llaman los plastas a venderte algo es el de ponerme a respirar de forma profunda y no decir ni mú…… si son tias se cagan todas pensando que soy un pervertido y cuelgan y si son tios se quedan trabados sin saber que decir y cuelgan.

    De todos modos, desde que tengo telefono ip estas llamadas casi han desaparecido, antes tenia vodafone y era casi a diario lo de estas llamadas.

  8. En casa de un familiar les hace mucha gracia, porque han dejado el teléfono principal a nombre de la abuela, que lleva enterrada más de 20 años, así que cuando llaman preguntando por ella juegan a ver quien se inventa lo más original… «está de vacaciones» «está de crucero» «se ha ido a recorrer Africa en misión humanitaria»– y cuando volverá? «ufffffffff…. complicado, complicado» Ah, y todos son «la chica que viene a limpiar», incluído el único hombre de la casa. Yo querría ver la cara de la teleoperadora.

  9. cunnao, una vez tuve a una como veinte minutos escuchando mi respiración mientras pedaleaba con la bici y escuchando los sonidos de la calle. La japuta no cortó, con lo que le deben pagar por horas y no por los clientes que consigue en las mismas. Creo que esto fue como hace 4 números de teléfono móvil. El actual caduca en septiembre/octubre y hasta ahora, me parece que no he recibido una sola llamada de marketing.