Cositas


El domingo estaba en un centro comercial junto a la estación central de Cracovia y observando a la gente me llegó una de esas revelaciones estúpidas y que seguramente todo el mundo conoce menos yo porque ni veo la tele ni me molesto en leer demasiada prensa. En los últimos seis meses he pasado por un montón de sitios, Varsovia, Pisa, Lucca, Vilna, Roma, Hamburgo, Gran Canaria, Nápoles, Siena, Florencia, Cracovia y por supuesto, Amsterdam y Utrecht. En cada uno de esos países, la gente parece vestir de manera distinta. En Italia, en todas las ciudades por las que he ido, aman, adoran y usan a destajo el chándal. Es algo que no me puedo explicar, pero si ves a un tipo con chándal por la calle, casi seguro que es italiano. Si lleva hembra adosada y ella también lo tiene, entonces son Orcos de Vecindario, en Gran Canaria, que se uniforman y les gusta salir de esa guisa. Si la hembra del Orco está desbaratada, cambia el chándal por una lycra en colores vivísimos que pueden quemar las córneas si la miras directamente. Los alemanes parecen vivir la edad del pantalón tres tallas más grande y con medio calzoncillo expuesto, algo que igual mola en verano pero con temperaturas bajo cero no debe ser agradable. En Holanda, los chavales parecen preferir también los pantalones holgados aunque sin llegar a los excesos alemanes. Los polacos, siguen en los ochenta, super formalitos, con ropas que yo no me pondría ni para ir a un entierro. Llaman la atención porque vayan donde vayan, gustan de camisas de cuello y los jerseys esos que me obligaba a ponerme mi madre cuando era menor de edad. En la parte de Hilversum en la que está ubicada la empresa que me paga la nómina está la sede para Europa, Oriente Medio y África de cierta compañía deportiva americana con un símbolo que parece un bastón mal hecho y a fuerza de ver las miles de personas que van y vienen a trabajar, siempre tengo la sensación de que todo el mundo compra las playeras a precios abusivos y que se hace abusando de niños esa compañía. Son los únicos zapatos que parece que pueden llevar a trabajar sus empleados y a las doce de la mañana cuando salgo a caminar o en el tren, siempre tengo la sensación de que vivo en un mundo en el que los códigos de vestimenta son tan estrictos como el uniforme que me obligaban a ponerme cuando iba al colegio Galicia, allá por el pleistoceno.

En Gran Canaria, cuando la visito, me sorprende y me aterroriza la cantidad desproporcionada de tatuajes que tiene la gente joven y los lugares en los que los llevan, a plena vista de cualquiera. También me alucinan los piercings que parece que son obligatorios entre la juventud. En el país en el que yo vivo, la marca sobre tu piel con tinta o el agujero para colgarte algo te cierra por completo las puertas de cualquier gran empresa. Si eliges ese camino, tu ruta es la de bares, baretos, puticlubs, trabajadores de obras y similares. En Italia también hay un exceso de piercings y sin embargo en Polonia, no creo haber visto uno solo ni en Cracovia ni en Varsovia.

Cada sociedad debe llevar su propio ritmo y está claro que lo que mola en unos sitios, está muy mal visto en los otros.


5 respuestas a “Cositas”

  1. En todas partes habrá quien se salga de la norma, pero yo noto diferencias en España hasta entre regiones. Será por el clima.
    En mi caso reconozco que soy muy básica vistiendo, como ODIO ir de compras, los básicos no fallan nunca. Mis compañeras de trabajo por ejemplo me dicen que soy la única que no cambio de bolso dependiendo de la ropa, es más, lo suelo cambiar en la tienda cuando me compro otro y le traspaso ya allí las cosas y le digo a la dependienta que tire el viejo porque se cae a cachos. Vagancia estética….

  2. Lo de los tatuajes es exagerado, el otro día vi el máximo. Una tía y bien buena super tatuada, pero lo.que me alucinó es que llevaba tatuado el cartílago interior de la oreja. Pero vamos toda la oreja tatuada por dentro.

  3. Yo que ahora estoy fascinada con lo oriental, es curioso pero en Japón no te dejan entrar a las piscinas naturales estas calientes que tienen si tienes tatuajes. Es algo q

  4. Se me ha ido el comentario. Decía que me parece curioso y que no me ponen nada la gente con tatuajes, pero a ellos es que les parece sucio y ya te advierten antes de que vayas que está prohibido entrar con tatuajes. Toma ya.