Costillas con salsa de barbacoa y miel


Después de que llegó el encierre del universo en marzo y todo lo demás, lo de ir a Hilversum a comer costillas en el Cartouche se ha vuelto como una misión imposible y era una cosa que echaba de menos. Como siempre estoy mirando recetas nuevas para hacer en mi olla a presión eléctrica, que es una Crockpot Express, vi que había un montón de costillas en las que las cocinas hasta que la carne está perfecta y después se combina con el horno para darle el toque final. Mirando las recetas, todas se veían simples aunque variaban en técnicas y en tiempos. Finalmente he encontrado una que me gusta un montón y que produce un buen reemplazo de las costillas que tanto me gustaban y además, en menos de una hora, aunque mirando fotos mías de aquellas, ellos las queman muchísimo más que yo. La receta es simple y simplona pero requiere de una olla exprés y supongo que se puede usar hasta la que pones en la cocina, aunque entonces habría que incrementar la cantidad de líquido y tener algo para que las costillas estén sobre el susodicho, que en las eléctricas te viene con uno de esos accesorios metálicos. La cantidad de carne es para una persona así que se puede incrementar, aunque por el tamaño de la olla, yo no pondría más tres kilos de costillas.

EDITADO: He añadido una salsa alternativa, Sweet Chili, que es espectacular y que le da un saborcillo más picante. Por lo demás, se hacen de la misma manera pero a la hora de pintarlas con la salsa, usamos esta otra.

Los ingredientes: 800 g de costillas de cerdo, 1/2 bote de salsa de barbacoa con miel (también sin miel vale, pero después no me digas que no saben como las de mi bar/restaurante favorito) o salsa de chili dulce (sweet chili sauce), 1 taza de agua, 1 cucharadita de ajo en polvo, 1 cucharadita de cebolla en polvo, 2 cucharadas de vinagre de manzana y sal y pimienta al gusto.

La implementación: Comenzamos una o dos horas antes con el marinado y si tiene membrana, quitándole la membrana a las costillas, aunque mejor si lo hace el carnicero y si la tiene, pues al llutuve para ver a los expertos en el tema. Mezclamos el ajo y la cebolla en polvo con el vinagre de manzana y con eso marinamos el costillar por ambos lados. Después le ponemos sal y pimienta y metemos en la nevera entre una y dos horas. El vinagre supuestamente ablanda la carne y permite que la sal entre en la misma.

Cuando llega el momento, ponemos nuestra olla express en modo manual a presión alta y aquí hay dos opciones, aunque yo solo he usado la primera. Si quieres que las costillas queden con la carne prácticamente soltándose de los huesos, pon 25 minutos de presión. Si quieres que la carne esté más agarradas, entonces serán 16 minutos de presión. Se pone dentro de la olla la rejilla que hace que la carne esté sobre el líquido y echamos dentro la taza de agua (250 ml). Ponemos sobre la rejilla el costillar y lo mejor es que esté de costado (en vertical). Cerramos la olla, cerramos el pitote de la presión y le damos a encender y alrededor de treinta y poco minutos más tarde ha terminado. Dejamos que la carne permanezca dentro otros quince minutos con lo que la olla perderá la presión por completo. Mientras están pasando estos minutos, enciendes el horno en modo de grill a la temperatura máxima y en mi caso, yo recubro la bandeja con papel de aluminio.

Pasados los quince minutos, sacamos las costillas con cuidado de la olla, las ponemos en la bandeja (primero boca abajo, del lado del hueso) y las untamos con la salsa barbacoa (o la de chili dulce). Le das la vuelta y untas el otro lado (el de la carne, el que se ve en la foto por arriba) y al horno, en mi caso unos diez minutos. Acompañadas con papas fritas están épicas y legendarias.


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