Llegamos a mi último día completo de buceo en Guraidhoo y ya sin problemas de oído, el plan era hacer tres inmersiones. Comenzamos con la visita a Kandooma Thila, una de las inmersiones más rápidas y épicas que se puede hacer con una buena corriente saliente. Por supuesto antes de eso fue el desayuno. En lugar de acoplarme con el hpier-mega grupo de las baleares, me pusieron solo con una pava, aunque voy a parar aquí mismito y contar otra cosa que se me olvidó ayer.
Resulta que ayer llegaron dos nuevos buceadores, padre e hijo, de las provincias vascongadas y con el hijo de nombre Agitor. Cuando vi al hijo, pedí a los dioses que no me dejarán ciego. El chaval es súper-hiper-mega cejijunto, pero es que yo en la vida había visto una ceja tan densa, que hace parecer al Mister Spock de Star Trek un calvo total. Se pueden escuchar los gritos desgarrador es de los piojos que entraron en esa ceja hace años y nunca han conseguido abandonar el lugar. Está clarísimo que de esa ceja se pueden solucionar los problemas de calvicie de ambos culocochistas y hasta Doverinto y alguno más. Además le hicieron un corte de pelo poniéndole un barreño y quitando todo lo que sobresalía y el chiquillo ha quedado como un híbrido entre Frankenstein y doña Rogelia. Vamos, que la que se enrolle con el chamo será por el eRRe Hache mega-negativo, o porque tiene un cipote de metro y medio, porque por la geta no será, que a ese mejor se le pone la bolsa de cartucho cubriéndole la cabeza y se procura no quitarla nunca.
Volviendo a la primera inmersión después del interludio, el Agitor no venía hoy, que yo lo agradecí porque es que me quedo como hipnotizado mirando esa ceja de por lo menos veinte centímetros de larga y tres de grosor. En el barco no íbamos más de quince clientes, que es un montón pero como diez menos que el día anterior y como yo iba solo con una chica y además con el mejor Dive Master, como que feliz como una lombriz en un culo petado de diarrea. Al bajar nos volvimos a encontrar con el clan de las Águilas de mar, que me adoran y se ponen siempre conmigo y tengo vídeos y más vídeos y aún más vídeos con ellas, que hay uno que mejor pide que lo vacunen porque esto puede ser contagioso. También vimos unos fabulosos tiburones grises, grandísimos y tiburones de punta de aleta blanca, incluyendo uno bastante grande. Nos cruzamos con un Napoleón gigantesco pero la estrella de la inmersión fue cerca del final, cuando viendo tiburones me avisa el Dive Master y viene un Águila de mar infantil, pequeñita, como de juguete. Fue alucinante ver una tan pequeña, toreando la corriente como una campeona.
Al regresar nos dijeron que el descanso sería corto porque al ser viernes, entre las doce y la una hay que ir a la mezquita para las lecciones teóricas de terrorismo-musulmán-de-mielda, con lo que diez minutos de llegar a puerto, ya salíamos hacia Cocoa Corner. Nuestro Dive Master era el otro dueño del club y la cargamos porque no se supo explicar bien y saltamos al agua cuando no devíamos y aunque la idea era visitar Cocoa Corner, jamás llegamos a la esquina. Aún así, vimos dos tiburones de punta de aleta blanca y unos gusanos planos diminutos, cuatro de ellos casi juntos, que es rarísimo de ver, pero claro, yo viajo siempre con mi Ángel de la Guarda. Tembién nos encontramos con una purriada de tortugas, unas diez durante la inmersión, algunas grandísimos y la vida pequeña y grande habitual. Pese a cagarla, el balance de la inmersión fue muy positivo.
Como regresamos a puerto pronto y hasta las tiendas y restaurantes cierran el viernes entre las doce y la una y cuarto para el adoctrinamiento terrorista, aproveché y me fui a la playa bikini, que estaba petadísima de rusos, que juegan a la ruleta rusa para venir porque los aviones de sus líneas aéreas llevan sin mantenimiento desde que invadieron Ucrania.
A las dos y media volvimos a salir, en esta ocasión para ir a Back Kandooma, una inmersión con una corriente muy fuerte. Cuando saltó nuestro grupo, que éramos cuatro y una Dive Master, un chamo alemán se olvidó ponerse el cinturón de plomo y tuvimos que abortar y regresar al barco y ya al reposiciónar el barco y saltar de nuevo, no llegamos a pillar la corriente, pero en su lugar fuimos por una pared llena de morenas leopardo, que son preciosas, vimos un Baby blue Sargent fish, dos peces tambor muy raros y curiosos, dos napoleones, varios peces león y unas cuantas morenas negras. La inmersión fue bastante larga y recorrimos una distancia considerable. En el barco me enteré que había una Argentina que quería hacer una nocturna, así que para recuperar la inmersión del día que solo hice dos, me apunté y el Dive Master era mi favorito.
A las cinco y media de la tarde, de vuelta al mar, esta vez solo éramos tres, incluyendo al Dive Master, con nuestras linternas y fuimos a Dhan’di Giri, lugar en el que ya estuve de día y que es un sitio muy bonito de día y aún más espectacular de noche. Nada más bajar, después de ver una Puesta de sol espectacular, vimos una morena. Durante la inmersión vimos un montón de peces león, incluyendo algunos pequeñitos y entre las cosas mágicas nos topamos con un pez pipa fanfasma, alucinante, son de la misma familia que los caballitos de mar, fue increíble. También vimos un longnose Hawk, un minúsculo cangrejo verde mágico (según el Dive Master), que se esconde en un tipo de algas que parecen césped o el chocho peludo de una peluda que no se lo afeita, vimos varios cangrejos ermitaños, una tortuga y una corona de espinas o acantáster púrpura (Acanthaster planci), una estrella de mar fabulosa. Vimos muchísimas cosas más pero es que salí alucinando del agua .También hubo alguna gamba de las transparentes. Fue una inmersión buenísima y al ser solo tres personas, la pudimos disfrutar a conciencia.
Tras cuatro inmersiones, me duché y me fui a cenar en mi última noche en Guraidhoo, que mañana, tras la primera inmersión, comenzará el largo regreso a los Países Bajos con una parada en Malé antes de pillar mi vuelo de regreso.
Una respuesta a “Cuatro inmersiones en la traca final, con una nocturna”
Feliz viaje de regreso, los peces lo van a celebrar por todo lo alto… 🙂
Salud