Dando la vuelta a la isla de Siquijor en motocicleta


El relato comenzó en El comienzo de otro gran viaje

Mi tercer día en Siquijor quería dar la vuelta a la isla y como aquí la calor es muy mala, decidí comenzar a las ocho, tres horas antes de la hora Virtuditas. Me levanté una hora antes para desayunar relajado, hacer mis ejercicios de Duolingo y demás. Con una puntualidad asombrosa, salí para ir en dirección opuesta a as agujas del reloj. En un momento determinado y cuando estaba pensando que debería ponerle gasolina a la moto, se me paró. Un viejillo que estaba recauchutando neumáticos en la puerta de su casa fue en su moto y me trajo un litro de gasolina y con eso me dio para llegar a un puesto de botellas de las verdes, que es combustible que que lleva el cacharro y que no sé de que está compuesto, pero he visto que también hay botellas rojas. Mi primera parada fue en Lazi, para ver la iglesia de San Isidro Labrador, un edificio enorme  muy bonito del siglo XIX (equis-palito-equis) construido con piedra  coral. Enfrente de la iglesia está el convento más antiguo de las Filipinas. Desde allí adentrándote unos kilómetros tierra adentro, llegas a las cataratas de Cambughay. Tras descender unas escaleras de piedra por el monte, llegas a una cascada muy bonita y que tiene tres terrazas (o niveles). En el más bajo está la más espectacular y de un árbol han colgado una liana para que la chusma y el populacho se tiren al agua, que es bastante profunda El agua es de un azul fantástico. El segundo nivel es el más flojo y el tercero y más alto está bien. Me bañé en ese y en el primero e hice multitud de fotos e incluso varios vídeos. Cuando me cansé, seguí mi ruta y fui a ver la playa de Kagusua. En el pasado pusieron como corta-mareas para mejorar la playa pero la mitad de la arena se ha ido y hay mucha ceba en el agua, con lo que no mola tanto, aunque se hacen fotos bonitas. La siguiente parada fue para ver la iglesia de Nuestra señora de la Divina Providencia, que me pareció que tiene muy poco carácter. Después iba a ver la playa de Salag-Doong, pero terminé pasando porque enl a puerta del complejo había un cartel diciendo que hay que pagar veinte céntimos por entrar y después resulta que el portero pretendía que le diera dos leuros. Lo mandé al coño de su puta madre truscolana y un poco más adelante en la cosa encontré playas preciosas, con manglares en la misma playa y arena blanca y árboles que parecían estar en el medio del mar. Continué hasta la parte más al norte de la isla y después visité Larena, el segundo poblacho de la isla y el que fue la capital de la misma durante un año. Hay un viejo campanario pero no es muy fotogénico. También tiene un puerto pero no hay demasiados barcos para transporte de pasajeros y es más bien usado para carga. 

Seguí a Siquijor, la capital de la isla. Fui a ver la Iglesia de San Francisco de Asís, el campanario cercano y una virgencita que hay en la calle. La iglesia la construyeron los españoles en 1783. Después me acerqué al puerto ya que quería comprar mi billete para el día siguiente a las seis de la mañana. Cuando fui al lugar me topé con los holandeses, que al parecer se levantaron a la hora Virtuditas y cuando llegaron al muelle les dijeron que el ferry que querían toar estaba agotado y tenían que ir en el agitanado, que es justo el que me interesaba a mí. Me senté con ellos en un bar a tomar algo y esperar que la multitudinaria cola en el punto de venta de billetes bajara y cuando lo hizo la pava que está allí me informó que el ferry de las seis de la mañana ya estaba vendido y estaba ahora con billetes para el de las seis y media. Lo compré y me quedé con los holandeses un rato más. Después me busqué una panadería y me compré pan de sal, típico de aquí y otros bollitos. Culminé el circuito regresando al hostal y después fui de cabeza a la piscina. La tarde se nubló y no pude ver la puesta de sol y opté por irme a cenar temprano y después volver para empaquetar y prepararme para la maratón del día siguiente, en el que tengo que ir de Siquijor a Cebu usando ferry y guagua que también saltará de isla a isla en otro ferry. 

El relato continúa en Desde Siquijor a Cebu pasando por la provincia de Negros


4 respuestas a “Dando la vuelta a la isla de Siquijor en motocicleta”

  1. Yo tuve una de esas motos… que tiempos… y que envidia me estás dando con tus vacaciones este año, o será que has evolucionado en la forma de describirlas, pero me da que este año son de las mejores.

  2. Las Filipinas se han convertido en mi país favorito del sureste de Asia. Ya tengo hasta la ruta de mi próxima visita, que será o el año próximo o el siguiente