Todos conocemos muy bien las reglas por las que se rigen las comedias románticas y hay miles de ejemplos de este tipo de películas. De cuando en cuando una se las salta sutilmente e incorpora alguna variación que la destaca del resto y le aporta un saborcillo diferente. Este es el caso de Definitely, Maybe que en España se conocerá como Definitivamente, quizás y que juega con el pasado más que con el futuro y nos lleva desde el presente hacia atrás y hacia adelante.
Un julay le cuenta a su hija la historia de todos los bollos en los que ha mojado su churro
Un padre de treinta y tantos, con hija y que se está divorciando le trata de contar la historia de su vida sentimental a la chiquilla, que irá empatando cabos y descubriendo que las relaciones entre adultos no son tan sencillas como pensaba. El hombre le va descubriendo los distintos amores de su vida y las circunstancias que hicieron que en el momento en el que sucedieron fueran únicos y especiales. la niña lo que quiere es o arreglar la situación con sus padres o al menos encontrar a la substituta para su madre porque quiere que él sea feliz. Mientras le narra la historia, cambia los nombres de las protagonistas y sus profesiones con lo que la niña tampoco sabe cuál de ellas es su madre. En este proceso ambos aprenderán, la una sobre lo complejas que son las relaciones y el otro se dará cuenta de cosas que ha hecho muy mal en el pasado.
Vista la trama la cosa parece más dramática que cómica y aunque no es la típica película con situaciones estúpidas encadenadas una detrás de otra, se pasa bien y uno se divierte en el cine. Son relaciones de adultos contadas a una niña y que se van complicando por momentos, ya que giran en torno a tres mujeres. Ryan Reynolds ejecuta perfectamente su papel de pivote sobre el que gira la historia con Elizabeth Banks,Isla Fisher yRachel Weisz. Hay química entre ellos y las situaciones se van sucediendo sin que parezcan forzadas o nos lleguen a aburrir. Al final sales del cine encantado y con la sonrisa tonta que te dejan siempre los finales de las comedias románticas, que no hay que engañarse, estas películas siempre terminan en positivo.
Es perfecta para una tarde de domingo con la piba o para llevarte unas cuantas amigas y demostrarles que tienes el coraje suficiente para ver este tipo de películas.