Todos los que vamos cada semana al pre-estreno semanal sabemos que aquello es como la malévola caja de bombones del Forrest Gump o ciertas golosinas de Harry chapaPotter, a veces salen buenas y en otras ocasiones, pues no. La de hoy es una de esas películas rarísimas que han estado poniendo el trailer con saña en los cines y que no me quedaba para nada claro el tema de la misma y cuando me enteré que sería el pre-estreno, decidí darle una oportunidad e ir al cine pese al diluvio que caía. La película se llama Destroyer y en España se estrenó al final de febrero con el título de Destroyer. Una mujer herida.
Una julay acarajotada renquea por una barriada periférica sin ilusión ni fantasía pero manuelando a un chamo.
Una pava que tiene pinta de estar bien cerca de cruzar el túnel y llegar a la luz, investiga un caso que parece estar relacionado con una misión encubierta que hizo cuando aún le bajaba el reglote y se involucra en unas movidas chungas que no veas mientras su hija adolescente le ha salido rebelde y putón verbenero y el padre de la niña no sabe que hacer con ella. Según avanzamos en la historia iremos descubriendo los eventos que sucedieron más de quince años atrás.
Esto apesta a película que hicieron para conseguir una nominación a mejor actriz principal y se les olvidó que además de poner a una buena actriz, hay que tener una buena historia que quieran contar. Aquí no la hay. De entrada tenemos lo molesto que es el cambio continuo de líneas temporales que nos hace ver a Nicole Kidman supuestamente de joven (que la chama es ya mayor y el maquillaje no lo tapa todo) y después ya de mayor estropeadísima seguramente por culpa de su esteticista truscolana, que esa chusma pendenciera no dice una verdad ni por error. El salto continuo de uno a otro lado para mi jode totalmente una película que se podía haber contado perfectamente siguiendo la línea temporal. Estos saltos, además, complican demasiado la trama y la hacen difícil y aburrida de seguir, ya que nunca sabes exáctamente en qué punto del tiempo estás. La parte de la hija y sus movidas a mí me la sudaba, no aportaba nada y esa falta de contribución al producto final la vuelve redundante, tanto como su ex. La película tiene segmentos aburridos y otros tan lentos que te juro por las bragas más sucias de Mafalda que miraba la hora cada ciento veinte segundos desesperado. En fin, que esto es ma´s bien un producto pensado para personas con problemas de sueño, esto se lo pones cuando se meten en la cama y seguro que caen muertos al instante. A propósito, no lo contaré pero el final es de puta pena.
Si eres un miembro del Clan de los Orcos, aléjate de cualquier cine en el que estén poniendo esta película. Si eres un sub-intelectual con GafaPasta, yo también me mantendría bien lejos del cine.
Una respuesta a “Destroyer. Una mujer herida – Destroyer ”
🙁
Salud