Cuando fuimos al Bockbierfestival Utrecht 2021 hace ahora justo una semana, nos lo pasamos del copón, nos emborrachamos, comimos carne a destajo, bebimos cervezas super-hiper-mega especiales que no se pueden conseguir fuera del reino de los Países Bajos y que son únicas e inigualables y la valoración total del evento fue muy positiva. El domingo, mi amigo el Moreno, por la tarde, me manda un mensaje y me informa que a través del programa ese para controlar por el blutús la pandemia podemita y truscolana, le había llegado un mensaje diciendo que el viernes, durante más de quince minutos, estuvimos junto a alguien infectado con el virus pandémico y es posible que lo tengamos. A mí no me llegó porque yo desinstalé el programa un par de semanas antes, visto que ya no hay prácticamente restricciones y que los niveles de pandemia eran bajos. Nos recomendaban tener un poco de cuidado, en la medida de lo posible mantenernos aislados y tal y tal y tal. Como en el festival había al menos mil julays y estábamos todos apretaditos y en un lugar abierto, realmente la persona infectada pudo estar a una distancia dantesca de nosotros, que allí para moverte no podías seguir la línea recta, tenías que buscar los huecos entre grupos por los que fluyen los julays.
El lunes por la mañana, a las ocho de la mañana, me hice una prueba rápida y me salió negativa del coño. Fui a correr como siempre, aunque los tiempos que he estado haciendo esta semana han sido malísimos tirando a peorísimos por culpa de un resfriado que agarré el jueves de la semana anterior, con lo que mi resultado negativo implicaba que la prueba esa sabe distinguir entre el resfriado y el virus truscolán y podemita, que el primero no te quita el gusto ni el olfato. Por si acaso, informé a mis vecinos que me mantendría unos días alejado hasta que fuera oficial que no estoy contaminado. Seguí con mi resfriado y el jueves por la mañana, después de llegar de correr con los peores resultados del año, me hice la segunda prueba y me volvió a salir un resultado negativo del coño. O sea, dos pruebas, con tres días entre ellas y ambas con resultado negativo y negativo. Ya el viernes, visto que no doy positivo, informé a mis vecinos que afortunadamente, no me han pasado el virus truscolán y podemita, no lo tengo, al menos en esta ocasión he escapado.
Las dos pruebas eran de marcas diferentes, para asegurarnos que yo sea capaz de engañar a una marca. Ahora mismito solo me queda un test rápido en mi keli, así que la próxima vez que los veas me compraré otro para tener la parejita. Los precios actuales son de dos leuros y ochenta céntimos en el super ese alemán y de dos leuros noventa y nueve céntimos en el resto de supermercados, droguerías o tiendas que los venden, que aquí, los mismitos tests que en España se deben comprar siempre en farmacia y al precio que quieran poner los farmaceúticos, se venden en todos lados y gracias al supermercado alemán sabemos que el precio de coste de los mismos es de dos leuros setenta y nueve céntimos, que es el precio al que los venden porque según ellos, no juegan con la salud de sus clientes. Una alternativa es pedirle al Turco que me de uno la próxima vez que vaya a su keli, que él, que siempre es un exagerado, le salió el ramalazo fachento y se compró una caja con cincuenta para poder decirle a todo el mundo que él tiene más. Aún más increíble es que ha usado más de la mitad de los susodichos, lo cual siempre me preocupa cuando lo voy a ver porque quiere decir que este capullo es muy promiscuo.
Una cosa que yo le pediría a los bosmongolos que han hecho estos tests es que usan cualquier otra letra, por ejemplo la eNe de NEGATIVO, en lugar de la Cé para indicar que el resultado es NEGATIVO , que lo de la letra Cé me trae al cabezón inmediatamente el concepto de COVID.
Este pequeño contratiempo no nos detendrá. La semana que viene, el domingo, iremos al Amsterdamse Bokkentocht 2021, aunque, como indica claramente la segunda palabra dentro de la segunda palabra, esto es una CAMINATA o una marcha, y no estaremos en un recinto con cienes y cienes de julays sino que haremos una ruta que recorre ocho pubs de la ciudad de Amsterdam, en cada uno de ellos podremos beber una serie determinadas de cervezas Bock y las podremos acompañar con una tapa exclusiva y única creada para acompañar las cervezas. Además y por haber elegido la caminata con tapa y birra, nos darán una camiseta conmemorativa, con lo que veremos si nos las podemos poner y hacernos una foto grandiosa para acompañar la anotación que sucederá en un futuro próximo, aunque no cercano.
5 respuestas a “Doblemente negativo”
Es normal que te den cerveza y tapa en Holanda o solo en esos eventos?
Si es lo habitual voy a pensar que se están españolizando.
no digas eventos, redúcelo a ESTE evento, solo para la gente que va el domingo por la tarde. Los que van el viernes y el sábado hacen la ruta tomando cervezas sin tapa en ningún lado. Esta es la segunda vez que lo hacen.
Eso de las tapas, no si es español, pero aquí se practica masivamente, y el bar que no lo haga, mas pronto que tarde, cierra…
Salud
Definitivamente no es holandés, alemán, italiano, inglés o belga. En Canarias tampoco era como en algunos lugares de la península, donde pedías una cerveza y te traían una tapa, aunque en los últimos años, han aparecido algunos de esos y particularmente en el casco viejo de la ciudad de las Palmas de Gran Canaria los jueves por la noche, que era una forma de atraer a la gente para que salga ese día.
Aquí lo que sí puedes, en algunos bares, es pedir un borrel, que viene a ser una tapa que te traen de cocina, pero vendrá quince o veinte minutos más tarde. Suelen ser unas especies de croquetas fritas, o salchichas troceadas fritas o queso o cualquier cosa que se pueda freír y no sea pescado.
Los de la España norte os llevamos décadas de adelanto, está claro.