Hace la tira de años vi una de las mejores películas de terror que recuerdo. Se llamaba Posesión Infernal y el título en inglés era Evil Dead. Su director era un tal Sam Raimi al que a partir de ese momento puse en un pedestal y no me perdía ninguna de sus películas. El hombre se desvió hacia el reverso zarrapastroso a principios de este milenio cuando comenzó con la saga del julandro manos-de-lefa, también conocido como Spider-man. Si alguien quiere hacerse una idea de cuanto he odiado esa serie por suerte pueden leer lo que dije de Spiderman 2 y de Spider-Man 3 ? Spiderman 3 y os aseguro que no os dejará indiferentes. Pensaba que este director estaba definitivamente perdido así que la primera vez que leí que estaba haciendo una película de terror de bajo presupuesto no le hice demasiada atención. Más tarde, con el trailer se despertó mi interés. Se trata de la película Drag Me to Hell que se estrenará en España a final de mes como Arrástrame al infierno. En cuatro palabras: Es una obra maestra.

Una julay chiripitiflautica le toca la pipa del coño a una gitana y esta le echa un mal de ojo de los putos de verdad

Una empleada de banco le niega una prórroga en el pago de su hipoteca a una gitana. La mujer se lo pide de rodillas y cuando la otra le dice que no se rebota toda y acaban sacándola de allí con los securatas. Por la tarde al volver a su coche la vieja la está esperando y se monta el Belén con pelea de gatas de por medio y la vieja le endiña una maldición de las buenas. A partir de ahí la joven intentará por todos los medios deshacerse de la maldición con la ayuda de su novio y de un médium.

Es la POLLA. Fui a ver la película con mi amigo el Niño y el cabrón se pasó más de la mitad del tiempo evitando mirar a la pantalla y diciéndome que se iba del puro miedo que tenía. Yo mientras tanto gritaba aterrorizado y le trataba de arrancar el tapizado a la butaca del cine. Dios, no recordaba algo tan bueno en por lo menos una década, al menos no si estaba hecho en los Estados Unidos. Es una película de terror puro y duro, sin concesiones ni mariconadas. Viajaremos con esta mujer y su billete de un solo sentido hacia el infierno y lo pasaremos fatal y al mismo tiempo hay un montón de instantes en los que te partes de risa. Iremos siempre de mal en peor, cuando crees que han tocado fondo y las cosas han de mejorar, un nuevo giro argumental y un par de nuevos sustos te vuelven a poner los huevos por corbata, como debe ser en este tipo de cine. Lo repito, hacía siglos que no me lo pasaba tan bien y tan mal a la vez en el cine. Solo por el placer de gritar y revolverme inquieto en mi asiento pienso ir a verla de nuevo.

Es un clásico si te gusta el cine de terror. No la dejes pasar y vete a un cine porque esto hay que verlo en pantalla grande y acompañado de otra gente que gritará contigo.